Me decidí a eliminarme los tatuajes porque ya con la edad no me los veía tan novedosos, pero los disfruté en su momento. Tenía el temor que no se eliminara del todo, y también que me doliera, o que me dejara alguna marca o cicatriz, y que mi piel se viera afectada por el láser. El proceso fue paso a paso, cada sesión dejando pasar casi 2 meses, y en un año vi los resultados... se nota desde el primer momento. El procedimiento no es nada complicado, solo notas picazón e hinchazón pero lo normal. Me siento mucho mejor anímicamente y sin dudas que fue el momento preciso para hacérmelo ya que lo disfruté de jovencita.
Adelgacé mucho y la cara se me veía deshidratada. Por eso, los labios se me quedaron muy finos, hasta el punto de desaparecer al sonreír. Entonces pensé en hacerme un aumento de labios. Mi único miedo es que el relleno pudiera no verse natural, pero la verdad es que fue bastante bien. Sin problemas y sin apenas hinchazón. Realmente no hubo nada difícil con respecto al tratamiento porque desde el principio todo fue perfecto. Lo mejor fue el trato y la gran cantidad de información que me dieron en la clínica, el tratamiento quedó muy natural, justo como yo quería, y se notaba una gran profesionalidad por parte de la persona que me trató.