La marcación mandibular, también conocida como jawline contouring, ha emergido como una de las tendencias más solicitadas en medicina estética.
La marcación mandibular es un conjunto de procedimientos médicos estéticos que buscan definir, resaltar o armonizar la línea de la mandíbula. Puede realizarse con técnicas no invasivas como el uso de ácido hialurónico, o con procedimientos quirúrgicos como la bichectomía o la liposucción submentoniana. Su objetivo es lograr un rostro más equilibrado, simétrico y juvenil.
La marcación mandibular sirve para perfilar el rostro
Este tratamiento es ideal para personas que desean perfilar el rostro, disimular papada o corregir asimetrías faciales. Es importante tener expectativas realistas y una buena salud general. No es recomendable para personas con infecciones activas, enfermedades autoinmunes no controladas o embarazadas. Una valoración médica es esencial para determinar la idoneidad del tratamiento.
El profesional debe estar certificado en medicina estética o cirugía plástica, con experiencia específica en armonización facial. Es recomendable investigar sus credenciales, ver casos anteriores y acudir a una primera cita para evaluar su enfoque. También es importante elegir centros que trabajen con productos de calidad y con protocolos de seguridad validados.
En la primera visita se evaluará tu rostro y proporciones faciales
Durante la primera consulta, el especialista evaluará tu rostro, tomará fotografías y analizará proporciones faciales. Se hablará sobre tus expectativas, se explicarán las técnicas disponibles y se propondrá un plan de tratamiento personalizado. También se revisarán contraindicaciones, se resolverán dudas y se facilitará un presupuesto detallado.
Antes del tratamiento, se recomienda evitar medicamentos anticoagulantes (como aspirina), alcohol y suplementos como vitamina E o ginkgo biloba por al menos 3-5 días. Es aconsejable acudir sin maquillaje, haber comido ligeramente y mantenerse bien hidratado. En procedimientos quirúrgicos, puede requerirse ayuno previo y estudios preoperatorios.
Técnicas más comunes:
El aumento de mentón es un tratamiento utilizado para la marcación mandibular
El aumento del mentón es un procedimiento quirúrgico fundamental para equilibrar los rasgos faciales, especialmente en pacientes con mentón retraído o pequeño (microgenia). Este tratamiento potencia los resultados de la marcación mandibular al mejorar la proyección del tercio inferior del rostro.
Descripción del procedimiento:
El procedimiento suele durar entre 1 y 3 horas y puede combinarse con rinoplastia o liposucción facial.
Indicaciones
Ideal para pacientes con barbilla retraída pero mordida normal, que buscan una armonización facial más completa.
Recuperación
Resultados finales visibles en 3-4 meses.
Riesgos
La marcación mandibular ofrece múltiples beneficios tanto estéticos como funcionales. Al tratarse de un procedimiento adaptado a las características individuales de cada paciente, permite realzar el contorno del rostro y mejorar la armonía facial. Es una opción versátil que puede realizarse con técnicas no invasivas o quirúrgicas, brindando resultados naturales y duraderos.
El proceso de recuperación varía según la técnica empleada, pero en general es bien tolerado y permite una reincorporación rápida a las actividades cotidianas. Los tratamientos mínimamente invasivos presentan apenas molestias leves, mientras que las intervenciones quirúrgicas requieren algunos días de reposo. Seguir las indicaciones del especialista es clave para una recuperación óptima.
Tras la marcación mandibular, es fundamental seguir cuidados específicos para garantizar una buena cicatrización y evitar complicaciones. Además, el seguimiento médico es esencial para evaluar la evolución del tratamiento y asegurar resultados satisfactorios.
Con los tratamientos de medicina estética los resultados son visibles casi al momento
El tiempo de recuperación depende del tipo de procedimiento realizado. En técnicas con rellenos dérmicos, los pacientes pueden retomar su vida normal casi de inmediato. En cambio, los procedimientos quirúrgicos requieren entre una y varias semanas de recuperación progresiva. En ambos casos, la inflamación disminuye gradualmente hasta revelar el resultado final.
Los resultados de la marcación mandibular son visibles rápidamente en tratamientos con rellenos, y más progresivos en procedimientos quirúrgicos. Una vez finalizada la recuperación, el paciente puede notar una mandíbula más definida, un mentón más proyectado y un rostro visualmente más equilibrado. Esto puede traducirse también en un aumento de la autoestima y la seguridad personal.
Como cualquier procedimiento médico, la marcación mandibular conlleva ciertos riesgos, aunque son poco frecuentes cuando se realiza por profesionales cualificados. Entre las posibles complicaciones están la inflamación, hematomas, asimetrías o infecciones. Un correcto diagnóstico previo, técnicas adecuadas y un buen postoperatorio reducen notablemente estos riesgos.