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Las varices son la evidencia de un problema circulatorio que puede causar dolor y otras molestias. Si no se tratan, con el paso del tiempo pueden desembocar en trombosis o embolias.
Por tanto, no solo constituyen un asunto estético sino que está en juego la salud de la persona que sufre esta afección. La medicina estética hace posible tratarlas con resultados muy satisfactorios, lo que hace permite reducir el riesgo asociado a la presencia de estas venas dilatadas en las piernas.
¿Por qué aparecen las varices?
Las varices son vasos venosos hinchados y dilatados que se manifiestan en las piernas y que pueden estar relacionados con el bipedismo de los seres humanos. La razón de que se produzca esta dilatación venosa se debe a la incapacidad de que la sangre de retorno discurra con normalidad por el interior de ese vaso sanguíneo, lo que ocasiona una insuficiencia venosa. Por tanto, detrás de la aparición de las varices se encuentra una afección circulatoria que debe ser tratada.
Algunas veces, estas venas no se encuentran inflamadas ni abultadas, sino que son pequeñas telas de araña que no causan malestar en la mujer. Estas telangiectasias, que es como se las conoce, pueden aparecer solas o junto con varices y venas reticulares, que sí son más molestas.
Normalmente, las varices aparecen en las piernas y es más destacada la presencia en las mujeres que en los hombres, sobre todo en aquellas que sobrepasan la cuarentena y que han tenido hijos. Casi el 40 % de las mujeres padecen este problema. La razón es que las alteraciones hormonales que atraviesa la mujer en varias etapas de su vida debilitan las venas, ocasionando su hinchazón. Este es uno de los motivos principales, pero hay, además, otra serie de elementos que provocan que algunas personas sufran las molestias asociadas a esta enfermedad circulatoria. Por tanto, las causas más habituales de la aparición de las varices son las siguientes:
- Factores hereditarios
- Alteraciones hormonales (sobre todo, el embarazo y la menopausia)
- Uso de determinados anticonceptivos o de tratamientos hormonales
- Sedentarismo
- Obesidad
- Permanecer demasiado tiempo de pie o sentado
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Además de que resultan antiestéticas, las varices son un problema de salud que debe ser tratado para minimizar otros problemas vinculados a esta deficiencia circulatoria. Entre ellos, cabe destacar los siguientes: piernas hinchadas, picor, dolor, piernas cansadas, trombosis, embolias pulmonares, úlceras, etc.
Tratamientos para eliminar las varices
No todas las varices se tratan del mismo modo. Uno de los métodos supone recurrir a la cirugía. A través de una intervención quirúrgica el médico eliminará aquel segmento de vena que presenta problemas de circulación y lo sustituirá por un injerto o por otro segmento de vaso que no esté obstruido. De este modo, la circulación sanguínea se restablecerá con normalidad y se reducirán las posibilidades de que se genere un trombo o se padezca una embolia pulmonar, por ejemplo, además de que se acabarán, lógicamente, todas las molestias asociadas a las varices (piernas cansadas, picor…).
Desde hace unos años se pueden tratar las varices también por otros métodos, sin necesidad de pasar por quirófano. La técnica se denomina esclerosis y supone la inyección de una solución química en el interior de la vena afectada que hincha la pared interna de ese vaso sanguíneo, cicatrizándolo y cerrándolo. De este modo, la variz desaparece y se elimina el problema. La sangre que antes circulaba por este vaso sanguíneo busca otras vías venosas para realizar su trayecto de vuelta, mejorando la circulación y eliminando las molestias asociadas a la presencia de varices.
Aunque parezca lo contrario, la inyección no causa dolor. De hecho, los pacientes suelen notar un pequeño pinchazo similar a la picadura de un insecto. Suele hacerse por partes, en sesiones de 20-30 minutos; en cada sesión se actúa solo sobre una pierna. La duración del tratamiento es diferente para cada paciente, ya que irá determinada por la gravedad de las varices, su tamaño, etc.
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Además de la escleroterapia y de la cirugía, algunas varices pueden tratarse con láser endovenoso, aunque todo depende de la valoración que realice el médico, que será el profesional que estudie cada caso de manera personalizada y establezca el mejor procedimiento médico a seguir para acabar con las varices. El láser no causa ningún tipo de molestias, pues se emplea anestesia local durante las sesiones, y puede usarse para tratar varices de gran tamaño o complejidad que antes requerían el paso por quirófano. Requiere practicar una pequeña incisión dentro de la variz para introducir en su interior la fibra de láser que cerrará el vaso sanguíneo y acabará con el problema.
Otro láser que también se emplea es el láser de diodo con tecnología radial. Se trata de un instrumento que tiene un sistema de fibra que incrementa la potencia para cerrar la vena en menos tiempo. También se usa anestesia local. A diferencia de otros métodos, este láser no provoca efectos secundarios ni hematomas, ni requiere de varias sesiones para eliminar la variz, sino que en única sesión se puede realizar el tratamiento con resultados muy satisfactorios. Únicamente se podrá sentir alguna sensación de hormigueo en la pierna tratada, pero no todos los pacientes acusan esta sensación. Una de las ventajas del uso del láser de diodo con tecnología radial para el tratamiento de las varices es que el paciente puede hacer su vida casi con normalidad tras el tratamiento, sin posoperatorio ni periodo de recuperación que le impida caminar o trabajar.
Si tienes varices, es importante que visites a un médico para que examine tu caso y estudie cómo tratarlas. Aunque no te molesten, es recomendable que acudas a un especialista pues las varices denotan un problema circulatorio que puede complicarse y resultar grave. De ahí que sea necesario ponerse en manos de un profesional con amplia experiencia en el tratamiento de venas varicosas. La eliminación de las varices supone mayor calidad de vida para el paciente, por lo que es importante tratarlas. Y ello sin contar que también supone una mejora estética, pues las piernas se presentan sin la inflamación características de las personas que padecen varices.
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