Reducción mamaria con técnica Lejour: menos volumen, más estilo (y cicatrices casi invisibles)

¿Te imaginas poder reducir el tamaño de tu busto, lograr una forma increíblemente natural y además librarte de cicatrices enormes? Parece un sueño, pero existe. Se llama reducción mamaria con técnica Lejour y es la favorita silenciosa de mujeres que quieren transformar su figura sin sacrificar estilo ni elegancia.
Hoy te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta cirugía que no solo mejora la estética, sino también la calidad de vida. Porque sí, sentirte cómoda y segura en tu cuerpo debería ser tu nuevo estándar de belleza.
¿Qué es exactamente la técnica Lejour?
La reducción mamaria tradicional suele dejar una cicatriz en forma de ancla: alrededor de la areola, vertical hacia abajo y otra larga a lo largo del pliegue debajo del busto. Aunque efectiva, esa cicatriz horizontal puede ser difícil de disimular y, seamos sinceras, no siempre cicatriza de la mejor forma.
La técnica Lejour, también conocida como mamoplastia vertical, llega para cambiar las reglas del juego: solo deja dos cicatrices —una alrededor de la areola y otra línea vertical desde la areola hasta el surco submamario—. Nada de cicatrices horizontales extendidas.
¿Resultado? Un busto más elevado, redondeado y juvenil, con marcas mucho más discretas que se suavizan con el tiempo.
Esta técnica lleva el nombre de su creadora, la doctora Madeleine Lejour, una cirujana belga que pensó: "¿Y si pudiéramos reducir el pecho de forma más estética y menos invasiva?" Spoiler: ¡lo consiguió!

¿Por qué tantas mujeres eligen la técnica Lejour?
La verdadera magia de Lejour no es solo la cicatriz mínima. Es que su enfoque respeta mucho más la forma natural del busto.
Mientras otros métodos pueden dar resultados algo planos o demasiado "quirúrgicos", la técnica vertical permite una forma más cónica, armónica y firme. Traducido: un escote más bonito, más proyección y un busto que se ve increíble con y sin ropa.
Además:
- Reduce peso y volumen.
- Mejora molestias físicas como dolor de espalda, cuello y hombros.
- Permite mayor libertad de movimiento y de estilo (¡hola, tops sin tirantes!).
- Aumenta la autoestima como pocas otras cirugías lo logran.
¿Quién dijo que la comodidad y el glamour no podían ir de la mano?
Candidatas ideales para una reducción Lejour
Podríamos pensar que esta cirugía es apta para todo tipo de casos pero lo cierto es que para que los resultados sean óptimos, la técnica Lejour funciona especialmente bien en mujeres que:
- Tienen un pecho grande pero no extremadamente caído.
- Están buscando un resultado natural y proporcionado.
- Prefieren minimizar la cantidad y visibilidad de las cicatrices.
- Tienen un buen estado general de salud.
En casos de gigantomastia (bustos muy grandes o extremadamente flácidos), a veces es necesario complementar o ajustar la técnica. Por eso, un buen cirujano evaluará tu anatomía antes de recomendarte la mejor opción.
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¿Cómo es el procedimiento?
La intervención suele durar entre 2 y 4 horas, dependiendo de la cantidad de tejido a retirar y de los ajustes necesarios.
El paso a paso vendría a ser algo así:
- Marcaje previo: el cirujano dibuja cuidadosamente las líneas de incisión, calculando la nueva forma y posición del busto.
- Anestesia: generalmente anestesia general (duermes plácidamente durante todo el proceso).
- Incisiones: alrededor de la areola y una línea vertical hacia abajo.
- Resección de tejido: se elimina el exceso de glándula mamaria, grasa y piel.
- Reestructuración: el tejido se moldea hacia arriba, logrando un busto más elevado, redondo y firme.
- Cierre cuidadoso: para asegurar que las cicatrices sean lo más finas y estéticas posible.
En muchos casos, puedes volver a casa el mismo día. Y sí, probablemente con una gran sonrisa bajo ese sujetador quirúrgico.

¿Cómo es la recuperación?
No te mentiremos: los primeros días vas a necesitar descansar y vas a sentir molestias, pero no es el drama que imaginas.
- Día 1-3: reposo en casa, usando un sujetador especial que sostiene el busto sin apretar.
- Semana 1-2: la inflamación comienza a bajar. Podrías retomar algunas actividades ligeras.
- Semana 3-4: ya podrías sentirte bastante funcional, aunque el ejercicio intenso todavía está prohibido.
- Mes 2-3: empieza la etapa de consolidación de la forma definitiva.
¿Dolor? Es más bien molestia y sensación de tirantez, pero se controla muy bien con analgésicos suaves. Y la gran noticia: las cicatrices evolucionan notablemente. Al principio, las verás rosadas, pero con el paso de los meses se irán aclarando hasta ser apenas perceptibles (y con tratamientos de cuidado, aún más).
¿Cómo se ve el resultado final?
Es el momento de que cierres los ojos y te imagines un pecho...:
- Más pequeño, sí, pero también más firme, más proyectado y más en armonía con tu cuerpo.
- Con un escote bonito y natural.
- Con cicatrices finas y estratégicamente colocadas.
- Y no menos importante: sin el peso extra que afectaba tu postura, tus hombros y tu energía diaria.
La mayoría de las mujeres que han optado por una reducción mamaria con técnica Lejour aseguran un altísimo nivel de satisfacción tras esta cirugía. No solo en términos estéticos, sino también porque mejora la calidad de vida: menos dolor, más opciones para vestirse y más confianza para lucirse en cualquier outfit.
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Riesgos de la técnica Lejour
No podemos obviar que toda cirugía implica riesgos, pero lo cierto es que esta técnica es bastante segura, y como siempre, si eliges un cirujano plástico certificado y sigues sus indicaciones, las complicaciones suelen ser son poco frecuentes.
Los riesgos pueden incluir:
- Asimetría leve.
- Pequeñas alteraciones en la sensibilidad de la areola (que suelen recuperarse con el tiempo).
- Cicatrización menos ideal (aunque se minimiza muchísimo con técnicas y tratamientos actuales).
En cualquier caso, una buena evaluación prequirúrgica, la experiencia del cirujano y seguir atentamente los cuidados postoperatorios marcan toda la diferencia en el resultado final.
¿Es definitiva la reducción?
Sí, pero como todo en el cuerpo, el pecho puede cambiar a lo largo de los años por factores como el embarazo, las fluctuaciones de peso y el proceso natural de envejecimiento. Eso sí, nunca volverá al tamaño original. Y en la mayoría de los casos, la forma nueva se mantiene firme y bonita durante muchos años.
En cuanto a los resultados, aunque el cambio es inmediato, ver el resultado final requiere un poco de paciencia. Aproximadamente a los 3-6 meses, cuando la inflamación haya desaparecido y las cicatrices estén madurando, podrás apreciar la forma definitiva.
Y créenos: vale cada segundo de espera.
Sin duda, la reducción mamaria con técnica Lejour es mucho más que una cirugía estética: es una oportunidad de recuperar la comodidad, la libertad de movimiento y la conexión con tu propio cuerpo, todo sin sacrificar la belleza ni el estilo.
Si sientes que el tamaño de tu pecho está afectando tu calidad de vida o simplemente quieres un cambio que se vea y se sienta natural, esta técnica puede ser el giro que estabas buscando.
¿Lista para sentirte más ligera, más armónica y más tú? El futuro (y tu reflejo en el espejo) te darán las gracias.
Artículos de referencia:
Reducción con cicatriz vertical - Reducción Senos Madrid - Dr. Weigand. (s.f.). Christian Weigand. https://reduccionpechomadrid.com/cirugias-reduccion-de-pecho/reduccion-con-cicatriz-vertical/
Re-evaluating the Lejour Technique for Breast Reduction in Patients with Macromastia - PubMed. (s.f.). PubMed. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29922564/
(s.f.). Inicio - SESPM. https://www.sespm.es/wp-content/uploads/revista/1997_10_2/9.pdf