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Licenciada en Periodismo y Máster en Relaciones públicas y Gabinetes de Comunicación. Me encanta escribir y comunicarme con los demás. Actualmente, redacto contenidos en Multiestetica.
Bienvenida al mundo del cuidado de la piel, donde la batalla entre los exfoliantes químicos y naturales se ha convertido en uno de los debates más candentes. Y es que, en la frenética búsqueda de la piel perfecta, nos enfrentamos a una duda que divide a muchas y muchos: ¿qué tipo de exfoliante deberíamos elegir? ¿Los químicos o los naturales? ¿Cuáles tienen la clave para revelar nuestro brillo interior?
Cuando hablamos del cuidado de la piel, los exfoliantes son la clave para desvelar nuestro resplandor oculto y revelar la suavidad radiante que reside en nuestra dermis. Estos productos, diseñados para eliminar las células muertas y renovar la piel, se presentan en dos tipos: los exfoliantes químicos y los naturales. La elección entre estos dos caminos ha desatado un encendido debate en la búsqueda de una tez impecable, por lo que vamos a hacer un análisis de ambos.
Los exfoliantes químicos, elaborados con ácidos tales como el glicólico, láctico, salicílico o cítrico, son venerados por su gran capacidad para penetrar profundamente en la piel, disolviendo células muertas y revelando una tez resplandeciente. Su precisión quirúrgica y capacidad para tratar manchas, líneas finas y hasta el acné los convierten en unos favoritos indiscutibles para muchas personas.
Entre los ingredientes más empleados para su formulación destacan:
La ventaja principal de los exfoliantes químicos radica en su eficiencia. Su formulación específica permite una exfoliación controlada que estimula la producción de colágeno, revelando una piel rejuvenecida y más tersa. Sin embargo, un uso no adecuado o excesivo puede causar irritaciones, por lo es importante utilizarlos con moderación.
En el otro extremo del espectro, los exfoliantes naturales se valen de ingredientes provenientes de la naturaleza tales como el azúcar, la sal, el café molido, las frutas trituradas y otros. Estos elementos, cargados de nutrientes y antioxidantes, proporcionan una exfoliación suave además de una experiencia sensorial única.
Entre los principales ingredientes para los exfoliantes naturales destacan:
Los exfoliantes naturales son conocidos por ser más suaves y adecuados para las pieles sensibles. Su enfoque menos agresivo minimiza las posibilidades de irritación, aunque su efectividad puede requerir un uso más constante y prolongado para conseguir resultados visibles.
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Lo cierto es que no podemos quedarnos con una única respuesta. Como en casi todo en la vida, no existe una verdad absoluta. La decisión entre decantarse por los exfoliantes químicos o naturales dependerá de tus necesidades individuales, tipo de piel y preferencias personales.
Si optas por los químicos:
Si te decantas por lo natural:
A la hora de tomar una decisión, la clave está en encontrar un equilibrio. Experimentar con diferentes productos y fórmulas es fundamental para descubrir qué funciona mejor para ti y tu tipo de piel. Además, debes tener en cuenta la frecuencia de uso: menos es más, especialmente con los químicos, ya que un exceso puede dañar la barrera protectora de la piel.
Una vez que has desvelado la frescura y el brillo ocultos de tu piel a través de la exfoliación, el cuidado posterior es esencial para mantener esa luminosidad radiante y una tez saludable. Aquí te traemos consejos indispensables para que tu piel siga brillando con todo su esplendor:
1. Consulta a un experto: el poder de una guía especializada no tiene comparación. Un dermatólogo posee el conocimiento preciso para entender las necesidades individuales de tu piel. Esta orientación personalizada te ayudará a seleccionar los productos y tratamientos más adecuados para tu tipo de piel, asegurando un cuidado efectivo y seguro.
2. Presta atención a las señales: tu piel habla, y es crucial escuchar lo que tiene que decir. Si notas algún signo de irritación, enrojecimiento o sensibilidad después de la exfoliación, es momento de ajustar tu rutina. La sobre exfoliación o el uso de productos inadecuados pueden debilitar la barrera cutánea, así que sé receptiva a las señales que te envía tu piel.
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3. Hidratación, la clave del equilibrio: después de exfoliar, tu piel se encuentra en un estado receptivo y necesitado de nutrientes. Asegúrate de hidratarla adecuadamente para mantener su salud y equilibrio. Una crema hidratante adecuada, rica en ingredientes calmantes y humectantes, sellará la humedad y restaurará la barrera protectora de la piel, dejándola suave y radiante.
Dicho todo esto, tanto los exfoliantes químicos como los naturales tienen su lugar en el mundo del cuidado de la piel. La clave está en entender tu piel, ser consciente de los ingredientes y, sobre todo, disfrutar del proceso. Después de todo, el camino hacia una piel radiante es tan importante como el destino en sí mismo.
La elección entre lo químico y lo natural es una decisión personal, pero recuerda: la belleza verdadera irradia desde el interior. ¡Explora, experimenta y abraza tu propio brillo!
Artículos de referencia:
Thompson, L. (2022, 25 de julio). Chemical vs. Physical Exfoliants: What’s the Difference? | The Bar | NEUTROGENA®. Skin Care Products for Healthier Skin | Neutrogena®. https://www.neutrogena.com/the-bar/chemical-vs-physical-exfoliants.html
Chemical vs. Physical Exfoliation: Which Is Right for You? (s.f.). Alivio Wellness. https://aliviowellness.com.au/blogs/news/an-active-deep-dive-is-physical-or-chemical-exfoliation-better
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