Realmente en un principio quería disimular ojeras y pensé que con ácido hialunorico inyectado lo conseguiría, fui a este centro por un anuncio publicitario que me llegó al correo. Tras un estudio de la doctora me convenció que sería mejor botox, que para mí era tema tabú ya que pensaba que las personas que se lo inyectaban perdían toda expresión. Al final solo me inyecté botox en patas de gallo, por motivos de prejuicios y presupuesto, la verdad los resultados son increíbles, muy naturales y ni siquiera me preocupan más las ojeras, me veo mucho más joven, han pasado ya casi 5 meses y aún se aprecia, sin duda repetiré.
La información sobre el tratamiento (liposuccion de abdomen y lipotransferencia en rostro ) y las manos de un buen profesional hacen que desde el primer día, con todo inflamado y entumecido, ya pueda vislumbrar el cambio tan positivo en mi abdomen, rostro y la evidente subida de autoestima. Porque nuestro cuerpo es nuestro templo, debemos cuidarlo por dentro y por fuera. Por dentro con el auto conocimiento y por fuera beneficiándonos de los avances de las técnicas de cirugía y medicina estética.