¿Por qué Ozempic® y Wegovy no ayudan a todos a bajar de peso?

Es la era del pinchazo milagroso. Celebrities, influencers y hasta tu vecina del quinto parecen haber encontrado el nuevo Santo Grial del cuerpo fit: hablamos nada más y nada menos que de Ozempic® y Wegovy, dos medicamentos originalmente diseñados para la diabetes tipo 2 que, como efecto colateral, provocan pérdida de peso.
Pero entre hashtags como #OzempicBody y titulares sobre "la dieta del año", se esconde una historia menos glamurosa que necesita salir a la luz: no todo el mundo logra bajar de peso con estos fármacos. Y lo más importante… no es culpa tuya.
¿Qué son Ozempic® y Wegovy y por qué están en todas partes?
Como ya te hemos avanzado, tanto Ozempic® como Wegovy son unos fármacos para el tratamiento de la diabetes tipo 2 que contienen semaglutida, una sustancia que imita una hormona llamada GLP-1 (glucagon-like peptide-1), la cual regula el apetito, ralentiza la digestión y mejora el control del azúcar en sangre. En palabras simples: te hace sentir llena más rápido y durante mucho más tiempo.
En sus inicios Ozempic® se creó para tratar la diabetes tipo 2, mientras que Wegovy fue aprobado específicamente para la pérdida de peso en personas con obesidad o sobrepeso, y, al menos, una condición asociada (como puede ser hipertensión o apnea del sueño).
Los resultados en estudios clínicos fueron impresionantes: hasta un 15% de pérdida de peso corporal en algunos pacientes. Así que, claro, la industria se revolucionó y estos fármacos se posicionaron como la panacea para alcanzar el cuerpo perfecto. Pero aquí viene el giro: esta cifra no es universal.

La gran verdad: no todo el mundo responde igual
La realidad es que los ensayos clínicos realizados muestran una gran variabilidad en la respuesta individual a cada uno de estos fármacos. Algunas personas bajan más del 15% de su peso mientras que otras apenas un 2% o incluso nada. Y en la vida real, fuera del laboratorio, esa brecha puede ser aún más amplia.
Entonces, ¿por qué? ¿Qué hace que el pinchazo mágico no funcione igual para todos? Veamos los factores principales que inciden directamente en el funcionamiento de estos fármacos:
1. Genética y biología: tu cuerpo tiene la última palabra
Todos tenemos un perfil metabólico distinto. Algunas personas tienen receptores GLP-1 más sensibles, lo que hace que respondan mejor al medicamento. Otras simplemente no tienen ese "match" biológico.
Además, el cuerpo tiende a defender su “peso base”. Si llevas años con un metabolismo que se ha adaptado a almacenar grasa (por genética, hormonas o historia de dietas extremas), perder peso será más difícil, incluso con ayuda farmacológica.
2. La fuerza del cerebro y la comida emocional
La semaglutida actúa sobre el centro del apetito en el cerebro, pero no apaga el comer emocional. Si comes por estrés, ansiedad, aburrimiento o trauma, puede que el medicamento no sea suficiente para cambiar esos patrones de conducta.
La neurociencia está clara: el hambre no siempre es física. A veces es una necesidad emocional disfrazada de antojo. Y Ozempic no resuelve eso.
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3. Efectos secundarios que sabotean el proceso
Náuseas, vómitos, diarrea, fatiga. Aunque suelen ser leves, para algunas personas los efectos secundarios son tan molestos que no pueden seguir con el tratamiento. Y si lo abandonas antes de tiempo, los beneficios simplemente no tienen tiempo de aparecer.
También hay quienes no toleran el aumento de dosis necesario para ver resultados significativos. Es como querer correr un maratón con una pierna dormida: imposible avanzar.
4. Expectativas poco realistas
Instagram ha hecho un trabajo espectacularmente malo al mostrar los “milagros” de estos medicamentos sin contexto. Spoiler: la mayoría de esos cuerpos ya tenían rutinas estrictas de alimentación, ejercicio, entrenadores personales y acceso a nutricionistas.
Ozempic® y Wegovy no hacen el trabajo por ti. Son una herramienta, no una solución mágica. Si esperas una transformación tipo “antes y después” en tres semanas sin cambiar nada más… te vas a decepcionar.
5. No es solo bajar kilos, es mantenerlos fuera
Un gran reto con la semaglutida es que muchos recuperan el peso perdido una vez dejan el tratamiento. ¿Por qué? Porque el apetito vuelve, la digestión se acelera, y los viejos hábitos resurgen.
Además, seguir inyectándose de por vida no es viable (ni recomendable) para todo el mundo. Aquí es donde entra el verdadero desafío: ¿cómo sostener los resultados sin depender para siempre de un medicamento?

Otros factores en la reducción de peso con medicamentos GLP-1
Más allá de la genética, la dosis o los efectos secundarios, existen otros elementos que influyen silenciosamente en los resultados:
- Microbiota intestinal: Tus bacterias intestinales pueden impactar cómo absorbes nutrientes y cómo responde tu cuerpo al GLP-1. Un intestino desequilibrado podría sabotear tus esfuerzos.
- Ritmos circadiano y sueño: Dormir mal o tener horarios irregulares de comida afecta directamente el metabolismo y el hambre. Sí, incluso con semaglutida circulando en tu sangre.
- Ejercicio físico: Aunque estos medicamentos pueden disminuir el apetito, el ejercicio sigue siendo clave para mantener la masa muscular, mejorar la sensibilidad a la insulina y reforzar el gasto calórico.
- Estado emocional: Estrés crónico y salud mental influyen en la respuesta hormonal. Algunas personas comen menos bajo estrés, otras mucho más. La semaglutida no modifica esa biología emocional.
- Medicamentos concurrentes: Si estás tomando otros fármacos (antidepresivos, corticosteroides, etc.), estos pueden interferir con el efecto de los agonistas GLP-1 o influir en tu apetito y peso.
En conclusión, el cuerpo es un sistema complejo, mucho más de lo que podemos pensar o de lo que nos pueden hacer creer. Y bajar de peso no es solo cuestión de química farmacéutica. Hay muchos actores y factores interviniendo detrás del telón.
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¿Entonces vale la pena?
Sí… pero con matices. Para personas con obesidad severa y enfermedades asociadas, Ozempic® y Wegovy pueden ser una herramienta muy útil, siempre bajo supervisión médica, y como parte de un enfoque integral que incluya nutrición, salud mental y ejercicio.
Pero si tienes un par de kilos de más y crees que estas inyecciones son la nueva versión de la "pastilla mágica para adelgazar", te estás contando una historia incompleta. Porque tu cuerpo no necesita ser perfecto, solo necesita ser libre.
Ozempic® y Wegovy no son villanos ni salvadores. Son herramientas poderosas que, bien usadas, pueden marcar una diferencia. Pero no son para todos, y eso está bien. Recuerda siempre que tu cuerpo no es un experimento, ni una tendencia. No necesitas bajar de peso para merecer respeto, ropa bonita, o una selfie feliz.
Lo que sí necesitas es tener a tu alcance una información honesta, la posibilidad de tomar decisiones conscientes y un amor propio sin receta médica.
Artículos de referencia:
Mullin, E. (2024, 1 de julio). ¿Por qué Ozempic y Wegovy no ayudan a todos a bajar de peso? WIRED. https://es.wired.com/articulos/por-que-ozempic-y-wegovy-no-ayudan-a-todos-a-bajar-de-peso
Cuando Ozempic falla: un ensayo ayuda a entender por qué algunos pacientes adelgazan la mitad que otros. (s.f.). El País. https://elpais.com/salud-y-bienestar/2024-05-20/cuando-ozempic-falla-un-ensayo-ayuda-a-entender-por-que-algunos-pacientes-adelgazan-la-mitad-que-otros.html