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El envejecimiento facial es un proceso fisiológico. Los tratamientos qué hacemos para el envejecimiento depende sólo del problema que tiene el paciente. No se trata un solo problema, sino tratar el problema el problema global que tiene el paciente. Podemos tratar problemas de volumen y a la vez podemos tardar en producir efectos de tensión. Es que no es un problema, una cara tiene varios problemas, y muchas veces en una sesión se aplican cuatro o cinco tratamientos, con lo cual el paciente, bien una vez pasa por el tratamiento que le hacemos, que siempre es ambulatoria, se marcha para casa y, nuevamente, al día siguiente, está haciendo una actividad totalmente normal. Este es un tratamiento que como veréis es totalmente indoloro, lo que consigue es estirar la piel, tener un efecto de estiramiento de la piel mantenido, eliminado las arrugas en la frente.

En algunos casos vemos indicado hacer un toxina botulínica, pero sino unas pequeñas funciones en estas zonas de aquí, consigue una tensión que podemos hacer que sea natural o artificial, solo depende de la concentración a la que utilicemos el producto y vemos que tiene un poquito de deshidratación y que se le ven un poquito las arruguitas, que le hemos hecho utilizando un sistema de micropunción, y le hacemos un tratamiento en la cara que no duele, que no deja sangre, que no deja nada más que lo único que hace es, que a través de un sistema mecanizado, se hacen micropuntos pequeñísimos por los que penetrara el producto que vamos a colocar. Si por ejemplo un paciente nos viene que le falta un poquito de volumen, pues a través de una pequeña inyección por debajo de la musculatura, conseguimos levantar un pómulo. Depende de lo que necesita, qué es lo que se le hace, nunca hay que ir a exagerar la artificialidad, no es pobre la gracia de estos tratamientos, es que el que se ve beneficiado es el paciente.

Después de una sesión de toxina botulínica o cualquier tipo de relleno o tratamiento, existe un aumento de volumen para mejorar las condiciones estéticas del rostro, para ello es necesario que el paciente siga todas las indicaciones que el especialista le haya recomendado a fin de evitar malestares y lograr que los resultados sean de gran calidad.

Al igual, debe quedar claro que el tratamiento por sí solo no se encarga de realizar toda la función, sino que también necesita que la persona modifique su estilo o hábitos de vida; por ejemplo: su alimentación, realizar ejercicio, mantener una piel hidratada, entre otros.