
Me había realizado otros tratamientos estéticos, todos de remodelación en mis nalgas y piernas. Me quedó un tipazo que me esforzaba en mantener con deporte y dieta sana. Pero, a pesar de todo este esfuerzo, no me atrevía a ponerme tanga por culpa del color de la piel que rodea el ano. También me generaba problemas en mis relaciones íntimas. Consulté en mi centro de estética y me hablaron del láser para blanquear esa zona. ¡Todo un descubrimiento!
Porque sé que hay mucha gente que tiene este complejo y no se atrave a compartirlo. Quiero contar que el blanqueamiento anal es un tratamiento asequible y con resultados excelentes. Además, en mi caso la discrección y el trato del equipo médico fue fantástico.