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Cirugía para tratar el estrabismo

Cirugía para tratar el estrabismo

Licenciada en Periodismo y Máster en Relaciones públicas y Gabinetes de Comunicación. Me encanta escribir y comunicarme con los demás. Actualmente, redacto contenidos en Multiestetica.

Creación: 27 jul 2017 · Actualización: 15 nov 2022
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La vista es el órgano del cual más dependemos los seres humanos. Un sentido que es de vital importancia, ya que, a través de nuestros ojos, aprendemos a familiarizarnos con el mundo, a reconocer a las demás personas, a saber qué nos gusta y qué no, entre muchas otras cosas más. En definitiva, tal es su importancia que cuando una persona carece de visión, su organismo desarrolla el resto de los sentidos con más precisión.

Los problemas de visión alteran de tal manera la vida de las personas que pueden verse en la necesidad de llevar gafas o lentillas, esta es la única manera de poder hacer vida normal. Sin embargo, llevar estos complementos no resulta demasiado cómodo para la gran mayoría de la población, ya que suelen molestar, hacer daño, se ensucian y dificultan la visión, dan calor en el caso de las gafas, y en el caso de las lentillas, pueden provocar úlceras. Por no hablar del gran inconveniente que supone que se rompan las gafas o lentillas y no puedas usarlas.

Muchos problemas se resuelven con la simple utilización de gafas o lentillas, pero otros trastornos no son tan sencillos de resolver. El estrabismo es uno de ellos, ya que, además de necesitar gafas, deben realizarse otras técnicas para poder resolverlo. Pero si quieres deshacerte de este problema definitivamente, la cirugía del estrabismo es la opción que estás buscando.

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¿Qué es el estrabismo?

El estrabismo es un trastorno ocular que afecta a la alienación de los ojos, haciendo que el punto de mira no coincida en la misma dirección. Cuando una persona sufre estrabismo, sus ojos no miran al mismo objeto, puede decirse que cada uno posee su propia visión. De forma popular, a este trastorno se le conoce como ojos bizcos.

Las causas del estrabismo derivan de la descoordinación de los músculos de los ojos. Cada globo ocular está rodeado por seis músculos que trabajan de forma conjunta y coordinada, es decir, a la vez, siendo esta es la razón por la que los ojos enfocan siempre en la misma dirección. En las personas que sufren estrabismo, los músculos no trabajan juntos, de forma coordinada. Y, como consecuencia, un ojo mira al objeto y el otro sufre un pequeño giro hacia otra dirección y acaba enfocando a otro objeto.

Pero el trastorno de estrabismo produce otras consecuencias más graves. Al enfocar cada ojo a un objeto distinto, el cerebro percibe entonces dos imágenes, al enviar dos señales distintas. Y la consecuencia final de todo esto es la confusión que sufre el cerebro. Si el estrabismo no se trata, el sistema nervioso se ve obligado a resolver la cuestión de la siguiente manera: el cerebro ignora la imágen más débil y aprende así a percibir únicamente la imagen del ojo fuerte.

Con el tiempo, el ojo débil acabará por no ver bien. Todo ello provoca síntomas de visión doble, ojos bizcos, movimientos oculares descoordinados, ojos que no tienen la misma alienación, pérdida de visión o percepción de profundidad.

El estrabismo es un trastorno que es más común en niños, pero en las personas adultas también pueden aparecer. Las causas más frecuentes que lo desarrollan son:

  • Diabetes
  • Lesión en el ojo
  • Intoxicación por mariscos
  • Accidente cerebrovascular
  • Lesión cerebral traumática
  • Botulismo
  • Síndrome de Guillain-Barré
  • Enfermedad de Graves

Además, existen otros factores que influyen en su aparición, como son los antecedentes familiares, la hipermetropía y otras enfermedades que puedan causar pérdida de visión.

La primera opción para tratar el trastorno de estrabismo es el uso de gafas, pero, cuando este persiste y no llega la mejoría a través de la graduación de las lentes, deben utilizarse otras técnicas como los ejercicios musculares, los prismas, etc. Aunque la más efectiva para hacer que ambos ojos miren en la misma dirección es, sin duda, la cirugía del estrabismo.

¿En qué consiste la cirugía del estrabismo?

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Esta es una operación que no se realiza dentro del globo ocular. El cirujano trabaja por fuera del ojo, ya que el objetivo de la intervención es reforzar y/o debilitar los músculos que lo mueven según sea necesario. Incluso se pueden modificar la función de los músculos de ambos ojos, no siendo el débil el que soporta el peso de la operación.

La anestesia que se utiliza es tópica, sin embargo se puede aplicar anestesia general (sobre todo en caso de menores), ya que no son propensos a colaborar en el procedimiento. De todas formas, esta es una operación ambulatoria, y el paciente el paciente regresará a su casa a las pocas horas de la intervención.

¿Es eficaz la cirugía del estrabismo?

La cirugía del estrabismo es eficaz para mejorar el problema estético, sin embargo no resuelve el problema de visión. Para conseguir que la vista sea la más óptima, el paciente deberá recurrir a otros tratamientos como los anteriormente citados.

Después de la intervención, la persona debe llevar tapados ambos ojos de forma alternativa para evitar que derive en ojo vago o en problemas de visión doble. Todo ello siempre será indicado por el oftalmólogo. A pesar de los buenos resultados que ofrece la cirugía del estrabismo, existen ciertos riesgos que hay que tener en cuenta y que describimos a continuación:

  • La intervención puede causar mareo, pérdida o rotación muscular. También pueden producirse hemorragias o perforaciones durante el proceso de sutura. La incidencia se sitúa entre el 1% al 10% de las intervenciones.
  • Infecciones del ojo, esto ocurre en 1 de cada 1.000 casos.
  • Alteración grave de la circulación del ojo, que puede derivar en pérdida de visión. Se da en 1 de cada 10.000 casos.
  • Además, el resultado puede ser el no esperado. Esto puede ocurrir durante el posoperatorio o incluso tiempo después de haberse realizado la cirugía. Esta incidencia se cifra entre el 10% y el 20%.
  • Pueden producirse algunos otros inconvenientes, como problemas de visión doble, quistes, granulomas, desprendimiento de retina, cicatriz retráctil, limitaciones de movimientos oculares, entre otras.

Recuerda siempre ponerte en manos expertas si has tomado la decisión de someterte a una intervención médica. Si no conoces a ningún oftalmólogo de confianza, ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos a encontrar el más cercano.

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