Desde muy jovencita la depilación fue mi gran pesadilla porque tenía mucho vello y tuve que recurrir a las técnicas de la cera, cremas y hojas depilatorias desde la edad de los 12 años. Recuerdo que la cera era tan dolorosa que a partir de los 20 las cuchillas se convirtieron en mis eternas aliadas, puesto que me rasuraba casi cada día para no notar que pinchaba. Ahora tengo 30 y puedo decir que me he olvidado gracias a Clínica Nexus!

Cuando uno piensa en la depilación láser lo primero que le viene a la cabeza es si será un método molesto, si será muy caro o si tendrá algún efecto secundario; a mí me vinieron a la cabeza todas estas dudas, pero el que tenía muy claro era que quería un centro de confianza con tecnología avanzada y personal cualificado. Así que, confié en las buenas referencias que me habían llegado de Clínica Nexus, y ya en la primera visita informativa pude corroborar su profesionalidad. Fui atendida por la directora gerente, Montse Monjo, quien me efectuó un análisis previo de mi fototipo de piel y de mi pelo. Rápidamente identificó que soy una persona que me gusta mantener un cierto bronceado durante todo el año pero me informó que este hecho, no suponía ningún inconveniente puesto que de entre los 10 sistemas de depilación láser médico que disponen, existen específicos para trabajar con fototipos altos y bronceados.

A partir de esta visita todo fueron ventajas. En mi primera sesión, no sentí ni la mitad de dolor que con la cera y, en pocas semanas, mi vello se debilitó. De una sesión a otra han de pasar unos meses, y a medida que el pelo va desapareciendo, cambian de sistema láser para evitar el estancamiento y poder eliminar, también, el pelo fino y residual. En pocas sesiones puedo afirmar que mi pelo ha desaparecido gracias a la profesionalidad, personalización y control médico de todo el equipo de Nexus

Lo recomiendo a todas aquellas personas que quieren olvidarse de la depilación y sentirse con una piel suave cada día. Es una comodidad excepcional. En cualquier momento estoy lista para ir a la piscina, ponerme unos pantalones cortos o preparada para que me acaricien la piel.