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Licenciada en Periodismo y Máster en Relaciones públicas y Gabinetes de Comunicación. Me encanta escribir y comunicarme con los demás. Actualmente, redacto contenidos en Multiestetica.
Aunque el clítoris no fue oficialmente descubierto hasta el siglo XVI, cuando un médico italiano se percató de su existencia al estudiar la anatomía femenina de forma exhaustiva, se trata de un órgano que siempre ha formado parte de la mujer. Conocido por su origen etimológico como “la llave del placer", la única función del clítoris es, de hecho, la de proporcionar placer. ¿Qué ocurre, sin embargo, cuando el capuchón que recubre el clítoris está excesivamente sobresalido? Cuando esto pasa hablamos de hipertrofia, un problema que hace que se pierda el grado de estimulación sensitiva, genera malestar por el aspecto estético que presenta y, en algunos casos, incluso provoca molestias durante el coito.
Conocida también con el sobrenombre de descapuchamiento del clítoris o técnica de reducción de la hipertrofia, la clitoroplastia es una intervención destinada a restaurar tanto el aspecto como la funcionalidad del clítoris.
Muchas pacientes recurren a la cirugía íntima acomplejadas por el aspecto que presenta su clítoris; cuando el capuchón de éste sobresale de forma anormal y excesiva, se producen molestias tanto físicas como psíquicas, sobre todo porque estéticamente el clítoris de la afectada guarda semejanzas con el órgano sexual masculino (de hecho, se conoce como “micro-pene").
Más allá del aspecto físico, también se trata de una cirugía llevada a cabo para devolverle al clítoris su funcionalidad. Cuando el clítoris está excesivamente cubierto se genera una pérdida de placer, ya que no se produce suficiente contacto durante el coito. En el peor de los casos, esta anomalía genera molestias a las pacientes, por eso conviene ponerse en manos de especialistas para corregir el problema.
“Mediante la técnica de descapuchamiento, se deja al clítoris algo más expuesto, produciendo mayor placer durante su roce", asegura el Dr. Leonardo Imbriano, especialista en cirugía y estética genital.
Aunque la hipertrofia acostumbra a asociarse a casos de hermafroditismo, lo cierto es que son muchos los motivos que pueden propiciarla:
Lo que se logra con la clitoroplastia es restablecer el tamaño del capuchón que recubre el clítoris, dejándolo más expuesto y elevándolo si es necesario. De hecho, esta última técnica se conoce como clitoropexia, efectuada con el propósito de recolocar el clítoris de forma que no sobresalga de los labios mayores. El descolgamiento del clítoris puede producirse tanto por un traumatismo durante la concepción de un hijo como por el envejecimiento. Cabe destacar, por otro lado, que la clitoroplastia también suele ir acompañada de la labioplastia.
La clitoroplastia suele realizarse con anestesia local y sedación, en una intervención ambulatoria que dura de 45 a 60 minutos. A las 48 horas puede reanudarse la actividad normal en la mayoría de casos, si bien no podemos hablar de recuperación total hasta pasadas varias semanas.
Puede haber molestias y escozor durante los primeros días posteriores a la clitoroplastia y es recomendable no utilizar ropa ceñida mientras persista el malestar. La zona puede presentar inflamación y, aunque ésta desaparece a las 2 semanas aproximadamente, el aspecto final no se apreciará hasta pasado un tiempo mayor.
Para eliminar los riesgos de un postoperatorio con incidencias lo mejor es seguir a rajatabla las indicaciones del especialista. Se trata de un procedimiento que no presenta complicaciones si se realizan adecuadamente los cuidados postoperatorios pertinentes, los cuales variarán dependiendo del caso, según el doctor y especialista Dr.Juan Monreal.
El clítoris es por excelencia la parte más íntima y más erógena de una mujer, siendo también la más desconocida como órgano sexual. Pero este pequeño botón de placer femenino también puede generar muchos problemas en numerosas mujeres. A continuación detallamos algunos de estos problemas en el clítoris:
Candidiasis: La Cándida albicans es un hongo que se encuentra en nuestro organismo y forma parte de nuestra membrana mucosa. Estos microorganismos no suponen ningún problema para nuestra salud en niveles de baja concentración, al contrario, son beneficiosos para el buen funcionamiento del organismo. Escozor en la vulva y/o vagina además de secreción de flujo blanquecino y espeso son algunos de los síntomas de esta enfermedad.
Herpes: Es una enfermedad de transmisión sexual y la más frecuente en los países desarrollados. Una vez el virus llega al organismo, puede o no surgir síntomas, siendo uno de ellos, pequeñas lesiones en forma de verrugas en la vulva y vagina.
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Prurito vulvar: Es una enfermedad bastante molesta para la mujer por el continuo picor que provoca. Si el escozor se prolonga más de 24 horas seguidas, deberás acudir a tu ginecólogo para que te explore la zona y determine si se trata de prurito vulvar o de otra enfermedad genital. Esta enfermedad de la piel puede ser por alergia o por irritación si es causada por contacto. O bien, puede ser vírica, bacteriana, por parásitos o por hongos si es causada por una infección.
La información que aparece en Multiestetica.com en ningún caso puede sustituir la relación entre el paciente y el médico. Multiestetica.com no hace apología de un producto comercial o de un servicio.