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Reducción mamaria Instimed

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En una sociedad dominada por la moda y la imagen, conseguir unos pechos proporcionados con el resto del cuerpo es un objetivo muy deseado por muchas mujeres y es que desde la antigüedad, la mama se ha constituido como la principal característica de la feminidad.

El exceso de volumen mamario que generalmente va asociado a la caída o ptosis de la mama, es un problema no solo estético sino también funcional y que en muchas jóvenes ocasiona además importantes repercusiones psicológicas y falta de confianza en si mismas.

La hipertrofia mamaria comprende diversos grados que dependen del volumen que hay en exceso de la mama. Las mujeres que se someten a este tipo de intervención para reducir el pecho, ven como con esta cirugía que reduce la grasa, el tejido glandular y la piel del pecho, poniéndolo más pequeño y firme, no solo estiliza su figura, disminuyendo la percepción de sobre peso sino que también mejoran sus problemas en la columna cervical, espalda, dermatitis e irritación cutánea en pliegues mamarios.

Por esta razón su cirujano plástico le evaluara en la consulta una serie de parámetros como el grado de caída del complejo areola-pezón y su nuevo engrosamiento. Así, tras valorar el grado de hipertrofia, calidad de la piel, edad de la paciente y antecedentes personales como, si es fumadora. Podrá sentar las bases junto a usted de que técnica y tipo de cicatriz será la más adecuada. La intervención deja cicatrices visibles que mejoran con el tiempo, quedando además escondidas con el sujetador o el bikini.

La mamoplastia reductora que es como técnicamente se denomina a esta intervención, es una operación no simple pero si muy segura. Este tipo de intervención generalmente se realiza bajo anestesia general cuyos riesgos hoy día son mínimos. Debiendo ser realizada por un cirujano plástico cualificado pues es fundamental una buena cualificación y experiencia operatoria.

El tipo y extensión de las cicatrices dependerán del volumen mamario a resecar, de la calidad y elasticidad de la piel y de la ptosis o caída de la mama, pudiendo ser alrededor de la areola y en T invertida, alrededor de la areola y vertical pura y solo alrededor de la areola. Es así como con este tipo de patrones su cirujano lograra restituir en su posición ideal a su complejo areola-pezón, transponiéndolo con su aporte sanguíneo y sensitivo y eliminando el exceso de glándula mamaria.
Tras la cirugía se procede a vendar la paciente, a veces se precisa colocar drenaje según el sangrado de la intervención que se retiraran en 24 o 48 horas. Tras permanecer normalmente un día en la clínica, el paciente es dado de alta, colocándole un sujetador deportivo y sin aros.

Los morados y las molestias irán desapareciendo paulatinamente, pudiendo persistir alteraciones de la sensibilidad de la areola, pezón y piel de la mama durante unos meses. Al final de todo el proceso notará que la forma de su cuerpo, ha cambiado viéndose más proporcionada y quedándole mejor la ropa.