Tenia muy poquito pecho

Siempre he tenido un pecho pequeño, pero bonito. No me disgustaba, es más lo encontraba sexy. Hace unos años tuve dos hijos, a la primera le dí el pecho durante 15 meses. Al segundo, durante 24 meses. Pasado este tiempo, mi pecho se quedó aún más pequeño y vacío por arriba. Además, practicaba mucho deporte y soy delgada, cosa que hacía que no acumulase grasa en la zona y por lo tanto tenía muy poquito. Llevaba un sujetador talla 85B con el que me quedaba la copa media vacía.

Me disgustaba como estaba antes mi pecho

Decidí operarme, para verme mejor. Me disgustaba la forma de pecho vacío que me quedó. Después de visitar varias clínicas, me decidí por una conocida doctora. Ella, a diferencia de las otras dos clínicas que había consultado, me recomendó implantes anatómicos, por mi delgadez. Me dijo que las prótesis redondas me harían un efecto "pelotas" y que por mi constitución me quedaría más natural así (44kg, 1'60m). Después de ver muchos trabajos suyos, me decidí. No quería un pecho grande, simplemente bonito y acorde con mi cuerpo.

Llego el día de la operación

Una vez pasadas todas las pruebas, mamografía, ecografía, análisis de sangre y electrocardiograma, me sometí a la operación.

Lo que más miedo me daba era el postoperatorio, teniendo dos niños de 3 y 5 años. Me gusta hacer cosas y no quería estar mucho tiempo tirada sin poder moverme.

En la operación todo salió muy bien. Me pusieron drenajes, que llevé unas 15 horas. La doctora me dijo que tenía mucho músculo pectoral y que había costado un poco poner la prótesis. Aún así, todo estaba bien. El dolor era bastante soportable.

El cambio fue espectacular

Una vez en casa me quité el sujetador y la banda para verme el pecho. Me lo vi muy grande y con una forma puntiaguda. En cuánto al dolor, no tuve mucho. Hubo un día que noté un bajón, es decir, pasé de estar bastante bien a sentir fuertes quemazones en un pecho, cosa que me asustó un poco. Al día siguiente (tercer día) el cambio fue espectacular. Ya no me dolía casi nada y podía moverme con mucha más libertad.

Al cuarto día ya apenas notaba dolor, solo alguna punzada si hacía algún movimiento más acusado. Al quinto día conducí y fui a trabajar.