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La operación de blefaroplastia láser, paso a paso
Antes de proceder a infiltrar la anestesia, el cirujano dibujará algunas referencias sobre la piel del paciente.
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Antes de someterse a una intervención de cirugía estética, es importante que el paciente conozca cómo se procederá durante la operación y se le explique todo de forma clara y concisa para que pueda preguntar todas sus dudas e ir preparado a la intervención. En este artículo explicaremos paso a paso cómo se lleva a cabo una cirugía de blefaroplastia láser.
¿En qué consiste la blefaroplastia láser ?
Considerada la cirugía de párpados mejorada, la blefaroplastia láser consigue rejuvenecer y darle un soplo de aire fresco a tu mirada, eliminando el exceso de piel y de grasa en el párpado superior, y a su vez, eliminando las bolsas de grasa y contrayendo el exceso de piel en el párpado inferior.
Teniendo como principal diferencia respecto a la blefaroplastia normal, el uso del láser para cortar y coagular, consigue ofrecer muchas ventajas respecto a esta:
- Obtendrás unos resultados mucho más naturales ya que el láser no tiene afectación sobre la musculatura ya que lo contrae sin tener que cortarlo.
- Ofrece una mayor seguridad ya que al mismo tiempo que corta consigue coagular la piel con la correspondiente reducción del sangrado y la aparición de hematomas.
- Las cicatrices son mínimas, e incluso prácticamente invisibles.
- La recuperación es mucho más rápida, necesitando mucho menos tiempo de recuperación para los pacientes.
¿Cómo se lleva a cabo una cirugía de blefaroplastia láser?
- Antes de infiltrar la anestesia local se dibujan sobre la piel de los párpados algunas referencias. Este es un paso muy importante: se trata de la planificación de la operación, y se realiza en primer lugar para poder verificar las referencias con el paciente sentado o de pie y porque la anestesia distorsionará los tejidos cuando se infiltre.
- También suele aplicarse un colirio anestésico. La anestesia utilizada suele asociar un poco de adrenalina diluida, la cual disminuye el sangrado durante la operación. Por este motivo también se utiliza la anestesia local incluso cuando el paciente está dormido con anestesia general.
- Tras esperar unos minutos, se realizan las incisiones en la piel y se procede a eliminar o redistribuir los excesos localizados de grasa, así como de piel, coagulando los pequeños vasos sangrantes. Es en esta coagulación de pequeños vasos donde el láser aporta una ventaja, ya que es una coagulación mucho más selectiva que la realizada mediante el bisturí eléctrico (electrocauterio), lo cual se traduce en menor inflamación postoperatoria.
- El siguiente paso es la realización, en algunos casos, de unas suturas internas destinadas a reposicionar parte del músculo de los párpados musculatura y el canto externo del ojo en los casos en los que este se encuentre descendido. Es lo que denominamos plastias musculares y cantopexia, respectivamente. También corregimos el descolgamiento de la glándula lagrimal, si lo hubiera, reanclándola a su lugar.
- El último paso es la sutura de la piel. En función de la técnica de sutura y del material utilizado quitaremos los puntos antes o después. Como he comentado anteriormente, habitualmente se dejan entre 3 y 6 días. Si usamos principalmente bisturí frío y tijeras en la operación podremos retirar las suturas antes. Esto se debe a que los tejidos que han sido cauterizados tardan más en cicatrizar (haya sido mediante láser o mediante bisturí eléctrico).
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¿Qué postoperatorio es necesario realizar?
En el momento en que haya concluido la cirugía realizada, todos los pacientes deberán permanecer entre 24 y 48 horas de observación médica en las instalaciones clínicas. Tras este tiempo, podrán regresar a sus domicilios para empezar el proceso definitivo de recuperación.
Caracterizadas por la inflamación y dolor en la zona de la operación, las molestias provocadas por la blefaroplastia pueden llegar a atenuarse mediante la prescripción de medicamentos de tipo analgésicos y antiinflamatorios bajo el criterio del profesional cirujano que haya realizado la intervención.
Por norma general, los pacientes que se sometan a la blefaroplastia láser, podrán volver a su actividad rutinaria tras alrededor de cuatro dias de descanso, pudiendo ver los resultados definitivos después de quince dias tras la operación.
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Ventajas y beneficios de la blefaroplastia láser
Este tipo de intervención es bastante sencilla y con unos resultados altamente satisfactorios para aquellos pacientes que deciden someterse a ella. Todo ello es la consecuencia de que pone solución a las necesidades tanto estéticas como funcionales en la zona ocular, aportando una serie de beneficios que detallamos a continuación:
- Aumento del campo de visión. Los pacientes que se realizan la intervención de blefaroplastia destacan que uno de los aspectos más relevantes es la mejora de su capacidad visual, no en el sentido de una mejora en cuanto a los problemas visuales, pero sí aumentará la mejora en el rango de percepción que puedan tener tus ojos. Esto es debido a la flacidez que padece el párpado superior que puede conllevar a cubrir parte del ojo, con lo que se reduce notablemente el campo de visión. Al quitar este exceso de piel, este tipo de inconveniente desaparece con la consecuente mejora del mismo.
- Eliminación de las bolsas. Muchas de aquellas personas que se someten a una blefaroplastia lo hacen por su preocupación de la pérdida de vigor y atractivo de su rostro respecto a su juventud. Cuando aparecen las bolsas, hace que el rostro luzca envejecido y en consecuencia disminuye la autoestima llegando incluso a afectar en la calidad de vida de estos pacientes. Mediante la blefaroplastia, se puede eliminar totalmente este tipo de bolsas, haciendo recuperar a estas personas la seguridad en ellos mismos y proporcionándoles una estética joven que tanto desean.
Todas estas causas han derivado en que la blefaroplastia ha conseguido posicionarse como la tercera operación de cirugía estética con mayor demanda, solamente por detrás de la intervención para el aumento de mamas y las cirugías de abdomen como la liposucción y la abdominoplastia, además se encuentra en primer lugar en aquellos pacientes entre 55 y 60 años.
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