Bueno pues os cuento, soy una chica de 24 años la cual ha tenido 3 hijos y ha perdido 50 kilos y en vez de estar feliz, sabéis que me pasaba... me daba grima verme, me acostaba y hacía vida las 24 horas con sujetador, aquel pecho bonito se había caído, vaciado, llenado de estrías. No quiero ni recordarlo, llevaba años pensando en ponerle una solución pero no podía, los niños, el trabajo tal y como está, el pensar que era egoísta por pensar y gastar ese dinero en mí fue algo que me comía cada día la cabeza. Pero a la vez era una chica encerrada en casa, en ropa suelta y sin ganas de nada, después de 11 años con mi pareja no quería que me mirase ni me tocase ni nada, siempre con sujetador y camiseta puesta ya era algo que me estaba limitando mucho el día a día. No llevar a los niños a la piscina, ni a parques acuáticos ni disfrutar del verano me estaba comiendo cada día.

Pues bien este año ya cambié el chip dije que porqué no pensar un poco en mí, en mi felicidad, en mi bienestar porqué no volver a sonreír y poner remedio. Simplemente, porqué no quererme si a fin y a cuentas si no nos queremos nosotras mismas quien nos va a querer. Me puse a mirar clínicas, precios, prestaciones... en fin, a mirar e investigar. Me di cuenta que me iba ilusionando, que iba viendo la luz, que volvía a sonreír cada vez que veía que tenía esa esperanza de llevar a fin mi calvario. Pues bien, después de mirar mucho fui a la última clínica (bendita clínica).