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Radiofrecuencia para el rejuvenecimiento vaginal
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El paso de los años afecta a todas y cada una de las partes de nuestro cuerpo, incluida la vagina. A partir de los 35 años, y muy especialmente con la llegada de la menopausia, es normal notar que la zona de los labios mayores pierde parte de su turgencia, fenómeno que también puede afectar a los labios menores. Además, en el caso de mujeres que han sido madres, este tipo de efectos pueden darse después del parto, con independencia de la edad que tengan.
Flacidez vaginal, algo más que una cuestión de estética
La forma en que percibimos nuestro cuerpo tiene mucho que ver con nuestro bienestar psicológico, y es normal que mujeres que han notado que la zona de la vagina ha adquirido flacidez no se sientan tan seguras de sí mismas como antes, incluso puede aparecer un cierto complejo y rechazo a los encuentros íntimos.
Pero no se trata únicamente de una cuestión de estética. Otro de los efectos de la flacidez vaginal es que disminuye las sensaciones durante el coito. En algunos casos puede aparecer incluso dolor durante la actividad sexual, algo que puede hacer que la mujer pierda interés en el sexo y afectar a la relación de pareja.
El rejuvenecimiento vaginalno solo mejora el aspecto de los labios mayores y menores, sino que ayuda a recuperar la turgencia introital, lo que da como resultado un incremento de la sensación de placer y de la fricción, así como la tensión en la zona del clítoris, mejorando la vida sexual.
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¿Se puede conseguir mejorar el aspecto de la vagina con el rejuvenecimiento vaginal?
Hasta hace unos años este tipo de tratamientos eran tabú debido a la zona del cuerpo a la que afectaban, pero en la actualidad las mujeres ya no tienen miedo a reconocer sus problemas, y por ello cada vez existen más alternativas para poder rejuvenecer el aspecto de la vagina.
Los tratamientos que más éxito tienen entre el público femenino son aquellos que no requieren pasar por quirófano, como la radiofrecuencia vaginal. Un proceso sencillo y muy efectivo que se ha hecho muy popular en lugares como Estados Unidos y al que recurren cada vez más mujeres de todas las edades que no están satisfechas con el aspecto de su zona genital.
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¿Qué es la radiofrecuencia vaginal?
El tratamiento implica la aplicación de radiofrecuencia en la zona vaginal previa aplicación de un gel transductor. Para mejorar los resultados se usa un aplicador con una forma especialmente diseñada para su uso en esta zona del cuerpo.
La paciente no nota ninguna molestia, apenas un aumento de la temperatura local en los tejidos. Es esta subida de la temperatura, gracias a la emisión de ondas electromagnéticas, la que consigue activar el metabolismo de los fibroblastos y, con ellos, la producción natural de colágeno y elastina en la piel.
En los labios mayores se producen dos efectos. Por un lado, una contracción inmediata de la piel de la zona que ha sido tratada, y por otro, una remodelación del colágeno a largo plazo, lo que mejora la laxitud.
Las sesiones tienen una duración de 15 a 30 minutos; lo normal es aplicar unas cuatro sesiones por tratamiento con intervalos de 10 días entre ellas.
Aunque produce efectos duraderos, no es un tratamiento definitivo, puesto que el proceso de envejecimiento no se puede parar. Por ello se recomienda someterse a una sesión de mantenimiento de forma anual.
Los resultados comienzan a notarse desde la primera sesión, pero deben transcurrir entre 3 y 6 meses antes de poder ver los resultados finales.
A diferencia de otros tratamientos para el rejuvenecimiento vaginal, con la radiofrecuencia no hay ningún tipo de efecto secundario. La paciente puede volver a hacer su vida normal nada más salir de la clínica.
La única precaución que se debe tener es no mantener relaciones sexuales por vía vaginal en los siete días siguientes a la aplicación de la radiofrecuencia.
¿Quién puede someterse a la radiofrecuencia vaginal?
La radiofrecuencia vaginal está indicada para mujeres que quieren remodelar los labios mayores y/o menores, reducir las asimetrías y mejorar la laxitud de los labios genitales.
Se puede realizar en mujeres que no tengan ninguna otra patología a nivel genital; en el caso de mujeres que han dado a luz es necesario que hayan pasado al menos seis meses desde la fecha del parto para poder aplicar la radiofrecuencia.
Combinación con otros tratamientos
El rejuvenecimiento vaginal a través de esta técnica consigue muy buenos resultados sin ser nada invasivo, pero en función del estado en el que esté la zona, puede ser conveniente aplicar además otros tratamientos.
La radiofrecuencia vaginal se puede aplicar en mujeres que hayan pasado anteriormente por una vaginoplastia, siempre y cuando el proceso de recuperación de la operación ya ha terminado. También es compatible con otras técnicas, como las infiltraciones de relleno de ácido hialurónico o de grasa autóloga en aquellos casos en los que se haya producido una pérdida importante de volumen en los labios.
Cualquier tratamiento estético, por sencillo que sea, debe ser aplicado por especialistas. En el caso del rejuvenecimiento vaginal, es recomendable, además, ponerse en manos de médicos especialistas en ginecoestética. El profesional analizará el estado de la zona y podrá indicar a la paciente el tratamiento más adecuado para su caso concreto.
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Otras técnicas para cuidar la zona de la vagina
Al margen de la estética, es normal que con el paso de los años la pérdida de laxitud en la zona vaginal conlleve otros problemas como las pérdidas de orina. En estos casos, una de las técnicas más recomendadas son los ejercicios de Kegel.
Se pueden practicar fácilmente con ayuda de unas bolas chinas o conos vaginales. El objetivo es entrenar el músculo pubocoxígeo para que esté más fuerte y evitar con ello los problemas de incontinencia urinaria.
La combinación entre tratamientos estéticos y ejercicios de suelo pélvico da lugar a una vagina con un aspecto mucho más joven y mucho más fuerte, lo que a su vez mejora también las relaciones sexuales.
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