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El paso de los años, el envejecimiento, la paulatina debilidad de la pared muscular junto con la vejiga y mucosa vaginal, y también la menopausia hacen que los músculos y órganos genitales de las mujeres se resientan y empiecen a ser objeto de incomodidades y preocupación.
En muchos casos también, muchas mujeres que han sido madres acuden a las consultas de sus médicos con episiotomías mal cicatrizadas o desgarros del parto que han perjudicado severamente su calidad de vida y bienestar físico y psicológico, alterando su autoestima y su vida sexual.
Es en estos casos cuando es necesario encarar formas de rejuvenecimiento vaginal para reparar las alteraciones de la región vaginal y perineal mediante una serie de cirugías o procedimientos que la medicina y la cirugía ponen a disposición de los médicos.
Existen muy diversos procedimientos más o menos invasivos destinados a mejorar o reparar alteraciones en la zona genital de la mujer, y debe ser el médico el que evalúe cuál de ellos (o incluso qué combinación de los mismos) es el más adecuado según cada caso:
La vaginoplastia quirúrgica es una genitoplastia, cirugía de genitales, que está indicada para la construcción o reconstrucción de la vagina, que puede ser por muchos motivos: eliminación de abscesos malignos que requieren de posterior reconstrucción, el prolapso de los órganos pélvicos, etc. pero el más habitual es la distensión de los tejidos vaginales tras el embarazo.
Así mismo, el término vaginoplastia engloba a la reparación de un gran conjunto de intervenciones, para reparar diferentes aspectos o áreas de la zona vaginal, desde la uretra, el cistocele, la bóveda vaginal, en ocasiones incluso usando un injerto o dispositivo protésico.
En la mayoría de los casos, la vaginoplastia es una intervención que se realiza de forma ambulatoria y sin muchas dificultades post-operatorias.
Las colporrafias son simplemente procedimientos en que se realiza (normalmente tras un parto vaginal) una sutura de un desgarro vaginal, en ocasiones con reconstrucción de las paredes de la propia vagina. Tienen lugar tras practicar una episiotomía o también cuando no se ha podido hacer la episiotomía y ha habido un desgarro vaginal. Existen dos tipos:
Algunas mujeres visitan la consulta médica refiriendo tener una sensación de tener “la vagina muy ancha” o “aire en la vagina”, además de que sufren de una disminución de disfrute sexual tanto ella como su pareja por la sensación de no poder sujetar el pene dentro de la vagina. En esos casos es muy habitual también que no estén satisfechas con el aspecto de sus genitales y que tengan sensación desagradable de presión y también dolorimiento en el recto. Es en estos casos cuando se acostumbra a realizar una perinoplastia.
La perinoplastia es una sencilla intervención con el objetivo de reforzar y reparar quirúrgicamente la estructura perineal (la zona que va desde introito de la vagina hasta el ano). Esta renovación incluye la piel, la dermis y las estructuras musculares de la zona. La perinoplastia disminuye la amplitud del introito y elimina los ruidos vaginales durante la relaciones sexuales, y contribuye a mejorar la estrechez vaginal. También es frecuentemente utilizada para corregir la cicatriz de la episiotomía.
Actualmente los principales procedimientos de mejora de la zona íntima sin cirugía se realizan mediante láser, y son indicados para:
Los tratamientos de láser no son quirúrgicos, así que no requieren de ingreso hospitalario. Se acostumbran a realizar mediante una anestesia basada en crema anestésica, sin dolor y en aproximadamente 30-45 min de tratamiento. Dependiendo del estado de cada mujer se necesitan de 1 a 4 sesiones de láser de media para conseguir resultados óptimos.
Con el paso de los años se han ido desarrollando muchas y variadas técnicas que permiten rejuvenecer los músculos y el conducto vaginal, así como volver a tener un suelo pélvico más joven y sin problemas.
Lejos está el tiempo en que las mujeres vivían estos inconvenientes como cambios inevitables y permanentes, resignándose de esa forma a no estar bien consigo mismas, no tener relaciones sexuales suficientemente satisfactorias, etc.
Hoy en día la medicina es capaz de recuperar mediante intervenciones y tratamientos sencillos en una mujer la pérdida del soporte vaginal que con frecuencia conlleva también a una disminución de tonicidad y capacidad de contracción de los músculos de la vagina.
La información que aparece en Multiestetica.com en ningún caso puede sustituir la relación entre el paciente y el médico. Multiestetica.com no hace apología de un producto comercial o de un servicio.