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Contamos con 2.5 millones de glándulas sudoríparas distribuidas por todo el cuerpo, encargadas de la formación de sudor, el cual está compuesto por sal, agua y también, desechos metabólicos. La sudoración es la forma natural del cuerpo para regular su temperatura y funciona a través de la activación automática de las glándulas sudoríparas por el sistema nervioso en respuesta a diferentes estímulos, tales como el calor, el ejercicio, cambios hormonales, estrés o ansiedad, y en especial en las palmas de las manos.
¿Qué es la hiperhidrosis?
Es una condición que se caracteriza por una sudoración excesiva y desproporcionada, es decir, que no es normal y afecta la calidad de vida de quien la padece. Se trata de una condición que afecta a los pies, las manos, la cara o las axilas y se manifiesta al menos una vez a la semana durante el estado de vigilia. Es común que la sudoración sea bilateral y el exceso de sudor puede ser tan intenso que llega a empapar la ropa o gotea de las manos, lo que provoca incomodidad, vergüenza y ansiedad social.
La hiperhidrosis es una afectación frecuente que a menudo no recibe la atención adecuada. Aunque no es una afección grave, puede ser una fuente de malestar significativo y afectar la calidad de vida. Dado que la hiperhidrosis es vista como una molestia más que un problema de salud, a menudo no se le presta la atención clínica necesaria.
¿Cuáles son las causas más comunes de la hiperhidrosis y qué tipos podemos encontrar?
La causa exacta de la hiperhidrosis no se conoce, pero se ha demostrado que entre las personas que la padecen, hay una sobreproducción de señales del sistema nervioso autónomo simpático que es el encargado de regular la sudoración provocando una mayor sensibilidad de las glándulas sudoríparas frente este estímulo.
- Idiopática o primaria: La hiperhidrosis primaria o idiopática ocurre cuando las señales nerviosas anómalas provocan una sobreactividad de las glándulas sudoríparas ecrinas. Por lo general, se manifiesta de manera localizada en zonas específicas como las axilas, las palmas de las manos, las plantas de los pies, la zona craneofacial, entre otras. La sudoración excesiva puede ser exacerbada por factores térmicos, emocionales y también, estímulos vasodilatadores. No es una respuesta a enfermedades ocultas ni está asociada a otras patologías. Aunque a día de hoy no se conoce una causa médica concreta, se cree que puede tener un componente hereditario.
- Generalizada: La hiperhidrosis generalizada es una condición en la que una persona suda excesivamente en casi todo el cuerpo, en lugar de estar limitada a áreas específicas como en la hiperhidrosis primaria. En la mayoría de los casos, la hiperhidrosis generalizada es una manifestación de una causa subyacente, como trastornos metabólicos, hormonales o neurológicos, enfermedades infecciosas o autoinmunitarias, ciertos medicamentos o drogas, o incluso como un síntoma de ciertos tipos de cáncer. Por lo tanto, el tratamiento de la hiperhidrosis generalizada depende de la causa subyacente y puede incluir la corrección de la enfermedad subyacente o el ajuste de los medicamentos. En algunos casos, los tratamientos tópicos y orales pueden ser útiles para controlar la sudoración excesiva, aunque su eficacia puede variar. Es importante buscar atención médica si se presenta sudoración excesiva generalizada para descartar cualquier enfermedad subyacente y determinar el tratamiento adecuado.
- Secundaria: La hiperhidrosis secundaria es causada por una enfermedad subyacente o por el uso de ciertos medicamentos. Algunas de las causas de esta condición pueden ser problemas de tiroides, tumores, menopausia, trastornos neurológicos, infecciones, uso de opioides, insuficiencia respiratoria, antiinflamatorios, analgésicos y antidepresivos, drogas, síndromes de abstinencia alcohólica, diabetes, entre otras. Es importante identificar y tratar la enfermedad subyacente para controlar la hiperhidrosis secundaria.
La importancia de la prueba de Minor para diagnosticar la hiperhidrosis
Es fundamental realizar pruebas periódicas para dar con el origen de la sudoración y estudiar la intensidad de forma semi-cuantitativa. La prueba de Minor es la más utilizada en la práctica clínica y también es conocida como prueba de yodo-almidón. Consiste en aplicar una solución de yodo en la zona de la piel que se va a examinar, dejarla secar y luego cubrir el área con harina de almidón de maíz. Cuando el área suda, el almidón adquiere un tono negro, lo que ayuda a la visualización y localización de las zonas de mayor sudoración.
Tratamientos para la hiperhidrosis
Existen diversas soluciones para tratar la hiperhidrosis, entre ellas la aplicación de una solución liquida, que ha demostrado ser muy efectiva para tratar la sudoración excesiva en las axilas y las palmas de las manos. Su mecanismo de acción se basa en paralizar de forma temporal la actividad de las glándulas sudoríparas, lo que frena la producción de sudor entre dos y cuatro días después de la infiltración. En la mayoría de los casos, la reducción del sudor es de hasta un 80% en la primera semana y completa pasados quince días.
Beneficios del uso de la disolución para tratar la hiperhidrosis
La aplicación de la solución líquida no causa efectos secundarios, lo que lo convierte en uno de los tratamientos más seguros disponibles. Además, no es invasivo ya que no obstruye las glándulas sudoríparas, lo que hace es paralizar la transmisión nerviosa en la unión neuromuscular. Es un tratamiento ambulatorio, local y directo, por lo que no es necesario ser hospitalizado ni pasar por un período de recuperación posterior al tratamiento. La duración de una sesión de aplicación es inferior a una hora y, dependiendo de la zona, puede requerir entre cinco y diez aplicaciones, que serán determinadas por el médico. La duración de una sola sesión es de entre 6 meses y un año, según los componentes genéticos del paciente. Es completamente segura, ya que se excreta gradualmente con la orina sin afectar el sistema urinario y no deja residuos tóxicos en el hígado u otras áreas del cuerpo.
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