Claves y trucos para envejecer mejor: rituales y tratamientos para cuidar nuestra piel por dentro y fuera a diario.

Sin duda, las claves para un buen envejecimiento se encuentran en nuestra rutina diaria. Pequeños gestos a los que a veces no les damos la importancia, como dormir las horas necesarias o llevar una dieta equilibrada, se convierten en la base de un buen envejecimiento. El objetivo es saber aportar cuidados necesarios para sentirnos bien con nosotros mismos ante los primeros signos de envejecimiento de nuestra piel; bien sean dados por cambios hormonales o por la pérdida de colágeno y ácido hialurónico.

Cumplir las horas de sueño que nuestro cuerpo necesita es esencial: cuando no dormimos bien, nuestros niveles de estrés aumentan, acelerando los procesos de envejecimiento prematuro. Además, la piel se vuelve más fina y sensible por la ralentización de la renovación celular, dando paso a las arrugas y líneas de expresión prematuras.

Antes de acostarnos, es importante haber seguido nuestra rutina de limpieza facial, usando productos adecuados, ya que la suciedad y los contaminantes a los que estamos expuestos durante el día afectan negativamente a nuestra piel.

Dentro de nuestra rutina de mañana, el factor de protección solar es uno de los pasos más importantes, ya que gracias a él ayudaremos a evitar el fotoenvejecimiento, que implica la aparición de arrugas, manchas y, lo más importante, a reducir el riesgo de otras enfermedades de la piel.

En definitiva, cumplir con una rutina de limpieza e hidratación tanto por la mañana como por la noche, con los productos adecuados, que nos puede recomendar nuestro experto de confianza, nos ayudará a mejorar visiblemente el aspecto de nuestra piel.

Por otro lado, la alimentación es otro de los pilares fundamentales: llevar una dieta equilibrada y nutritiva nos ayuda a mantenernos sanos vernos y sentirnos mejor físicamente, lo que también aplica a nuestra piel. La mejor forma de contribuir a tener una buena reserva de vitaminas en el cuerpo es apostar por las frutas y verduras; y beber 2 litros de agua al día nos ayudará a mantenernos hidratados... El envejecimiento prematuro puede estar relacionado con una baja hidratación de la piel, porque como sabemos, nuestra piel también se nutre desde el interior.

No fumar es fundamental para la buena salud de la piel. Fumar contribuye a la aparición de arrugas y a que la piel tenga un aspecto más envejecido, poco hidratado y sin brillo. También daña el colágeno y la elastina, fibras que aportan fortaleza y elasticidad a la piel.

También debemos darle principal importancia al cuidado de la mente. Debemos ser activos mentalmente, evitar el estrés o al menos, controlarlo. Una actitud positiva nos ayudará a envejecer saludablemente y esto se transmitirá al envejecimiento natural de la piel.

Además de los cuidados que debemos ofrecerle a nuestra piel diariamente, podemos complementar con tratamientos médicos estéticos que nos ayuden a sentirnos bien por dentro y por fuera. Las recomendaciones van a depender de la edad, genética, foto tipo y hábitos de vida de cada paciente. Es muy importante contar siempre con la opinión de un buen profesional que nos indique cuál será el mejor tratamiento para nuestra piel según sus características.

En los pacientes más jóvenes, suele preocupar la calidad de la piel, la tendencia al acné y las primeras líneas de expresión. Para combatirlo se puede trabajar la piel con peelings para controlar la producción sebácea y la inflamación de la piel, y vitaminas para hidratar y nutrir en profundidad.

En los pacientes de mediana edad las arrugas de expresión y la flacidez son las principales preocupaciones. Por un lado, podemos trabajar con estimuladores de colágeno para mantener la piel tersa y prevenir la flacidez. Y, por otro lado, usaremos los productos utilizados en la medicina estética para frenar las líneas de expresión que surgen en tercio superior facial, en la frente, entrecejo y patas de gallo, y así evitar que las arrugas se marquen y se hagan más profundas con los años. De los 40 años en adelante, para suavizar las arrugas más profundas, podemos recurrir al ácido hialurónico. Con este tratamiento, le devolvemos a nuestro rostro volúmenes perdidos, con resultados inmediatos, luciendo una piel hidratada y consiguiendo un “efecto lifting”. Al igual que los demás, no es un tratamiento invasivo por lo que podemos continuar con nuestra vida cotidiana de forma inmediata.

Los mimos a nuestra piel empiezan de dentro hacia fuera, cuidando los hábitos, las rutinas faciales y los buenos tratamientos de medicina estética. En resumen, una vida con rutinas saludables y activas es fundamental para dar vida a nuestra mejor versión.