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Licenciada en Periodismo y Máster en Relaciones públicas y Gabinetes de Comunicación. Me encanta escribir y comunicarme con los demás. Actualmente, redacto contenidos en Multiestetica.
La banda gástrica es una intervención bariátrica de tipo restrictiva para el tratamiento quirúrgico de la obesidad, y consiste en el posicionamiento de un anillo de silicona en la parte superior del estómago, próxima al esófago, con el fin de limitar la introducción de alimentos.
En el instante en el que el anillo se cierra, el estómago asume la forma de un reloj de arena, aunque no simétrica: el pequeño "bolsillo" superior tiene la capacidad de una taza de café, mientras el resto del cuerpo gástrico queda por debajo de la banda.
Tras la intervención, es suficiente una pequeña cantidad de comida para llenar completamente el bolsillo gástrico, por lo que el paciente se sacia enseguida.
Está indicado para pacientes con un índice elevado de masa corporal, superior al 40 Kg/m2 (o superior a 35 kg/m2 si presenta factores de riesgo), con obesidad durante cinco años consecutivos a pesar de los intentos llevados a cabo por él mismo para perder peso con métodos no quirúrgicos.
Esta intervención necesita de la colaboración del paciente, que debe aceptar someterse al programa de "follow up" previsto tras la aplicación de la banda, así como demostrar seguir los cuidados necesarios y una dieta adecuada. Por ello, están excluidos del tratamiento pacientes con problemas de adicción al alcohol o que sufren trastornos de tipo psicológico o psiquiátrico.
Desde el punto de vista técnico, se trata de una intervención relativamente simple, ya que, actualmente, el procedimiento empleado es la colocación de una banda ajustable por medio de laparoscopia, siendo un procedimiento que tiene la ventaja de ser completamente reversible.
Por medio de 5 pequeñas incisiones, el cirujano introduce los instrumentos y comienza a inmovilizar el fundus gástrico a través del ligamento freno-gástrico. En el interior del estómago se coloca una sonda equipada con un globo que se infla con 19-20 ml de aire con el fin de poder calibrar el bolsillo gástrico creado. La "banda" (un anillo de silicona) se introduce en el interior del abdomen y el cirujano la coloca en torno al estómago, cerrándola con la ayuda del instrumental quirúrgico. Tres puntos de sutura impiden que la banda se mueva de su sitio.
Al término de la intervención, el cirujano coloca bajo la piel un reservorio, que está conectado a la banda, y sirve para calibrar el anillo según las necesidades, pudiendo variar el orificio que afecta a la entrada de comida y, por consiguiente, la sensación de saciedad.
La pérdida de peso, como se puede intuir, se debe a la menor ingesta de comida. La reducida dimensión del bolsillo gástrico favorece la sensación de saciedad, por lo que el paciente no siente la necesidad de consumir grandes cantidades de alimentos.
La pérdida de peso que se produce tras la colocación de la banda puede llegar a ser del 40-50%, siendo conscientes de que, a largo plazo, es posible recuperar una parte del mismo, sobre todo si el paciente no ha mantenido una dieta adecuada.
Según la idoneidad de la dieta, así como los resultados obtenidos y los eventuales efectos secundarios, el especialista decidirá cómo calibrar el anillo, efectuando variaciones puntuales bajo control radiológico.
Durante la pérdida de peso y, siempre y cuando el profesional médico que esté haciendo el seguimiento lo recomiende, es muy importante la práctica diaria de ejercicios. No sólo porque ayudará a perder peso más rápidamente, sino que además, el paciente irá ganando masa muscular y estéticamente, se verá mucho mejor cada día.
Por tanto, si te estás planteando someterte a este tipo de tratamiento, deberás tener claro que habrá un cambio radical en tus rutinas, en tu vida en general. Porque cambiar hábitos y tener una voluntad que igual antes nunca habías tenido son vitales para que este tipo de tratamiento tenga éxito.
Los pacientes operados deben someterse a una visita trimestral durante el primer año. A partir de ahí, basta con un control anual para evaluar, a través de análisis, posibles carencias nutricionales o vitamínicas.
En caso de complicación, es posible eliminar completamente el anillo sin alterar la integridad anatómica y funcional del esófago y estómago, que vuelven a su estado previo a la intervención.
Fue a principios del año 2000 cuando comenzó a hacerse famosa esta intervención para la pérdida de peso. Esta notoria fama y de forma tan acelerada no fue de extrañar, teniendo en cuenta sus múltiples beneficios y los resultados tan exitosos que ha tenido.
No obstante y, como cualquier método, existen ventajas, pero también desventajas, las cuales, también enumeramos en las siguientes líneas:
La información que aparece en Multiestetica.com en ningún caso puede sustituir la relación entre el paciente y el médico. Multiestetica.com no hace apología de un producto comercial o de un servicio.