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Los xantelasmas: síntomas, causas y tratamientos
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Nuestro rostro es lo primero en lo que se fijan los demás al vernos y está comprobado que esa primera imagen dice mucho de nosotros. Está comprobado que una cara bonita y atractiva proyecta una imagen positiva y una buena impresión en quien nos mira.
Y no solo es cuestión de quién nos mira. La importancia de la belleza exterior, de nuestra apariencia física está muy arraigada en cada uno. Por este motivo, padecer de afecciones cutáneas en el rostro suele generar inseguridades y complejos en quienes las padecen. Entre dichas afecciones, los xantelasmas son sin duda motivo de baja autoestima y falta de confianza entre quienes los sufren.
Los xantelasmas (xantelasma palpebrarum) son manchas amarillentas o marrones que aparecen en el área de los párpados, normalmente en las esquinas internas, junto a la nariz, y pueden resultar planas, con relieve, suaves o rugosas al tacto.
Estas manchas son en realidad una acumulación excesiva y antiestética de lípidos (grasa) bajo la superficie de la piel y aunque no suponen ningún riesgo para la salud, lo cierto es que pueden ser síntoma visible de varios trastornos del metabolismo, como la hipercolesterolemia (padecer de altos niveles de colesterol), enfermedades hepáticas como la diabetes, problemas tiroideos, e incluso afecciones cardíacas. De hecho, varias investigaciones médicas concluyen que tener xantelasmas se relaciona con altas probabilidades de padecer una enfermedad cardiovascular, ataques al corazón e incluso aterosclerosis (acumulación de grasa y otras sustancias en el interior de las arterias) en un futuro.
Por estos motivos es importante que las personas con xantelasmas consulten a un médico para determinar la causa subyacente del problema y poder tratarlos de la manera más adecuada.
Causas de la aparición de xantelasmas
Los xantelasma afectan generalmente a personas adultas (se estima que a un 1% de la población), generalmente más a mujeres que a hombres, y, aunque su causa exacta sigue sin conocerse, se cree que su aparición está vinculada a niveles altos de colesterol y triglicéridos en sangre, así como también al consumo excesivo de alimentos grasos. De hecho, el 50% de las personas con xantelasma tienen el colesterol alto.
Los principales factores de riesgo, además de ser mujer, para padecer xantelasmas son:
- Tener sobrepeso
- Consumir tabaco
- Tener el colesterol alto
- Padecer de enfermedades hepáticas como la diabetes o la cirrosis biliar
- Tener la presión arterial alta
- Factores congénitos como antecedentes familiares de colesterol alto o xantelasma.
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Además, existen otros hábitos que pueden causar la aparición de xantelasmas, tales como:
- Padecer problemas de tiroides
- Aumentar de peso
- Padecer inflamación continuada
- Consumir alcohol en exceso
- Consumo excesivo de grasas saturadas (carnes rojas, lácteos, embutidos, etc.)
Cómo tratar los xantelasmas
Si bien ya hemos aclarado que los xantelasmas no son un riesgo en si mismos, sí pueden resultar molestos de ver y antiestéticos por lo que la mayoría de personas que los sufren deciden tratarlos y eliminarlos. Para ello es preciso acudir a la consulta de un dermatólogo u oftalmólogo quien realizará los exámenes físicos y pruebas de laboratorio necesarias para determinar el origen de su aparición y, a partir de ahí, establecer el protocolo más adecuado. Este protocolo combinará un tratamiento de eliminación así como un tratamiento con fármacos para controlar los niveles de colesterol y prevenir la formación de nuevos depósitos grasos en el área afectada.
Los xantelasmas se tratan principalmente mediante la eliminación quirúrgica de los depósitos de grasa con cirugía, el uso de láser o la electrocauterización para eliminar la acumulación de grasa.
Extirpación por cirugía: se trata de un procedimiento quirúrgico sencillo por el cual se extraen los xantelasmas mediante un bisturí bajo anestesia local. Este tratamiento suele dejar cicatrices visibles que pueden tratarse con cremas especializadas para reducir su apariencia. Se trata de una técnica segura, con muy pocos efectos secundarios y un tiempo de recuperación relativamente corto.
Extirpación quirúrgica con láser: se trata de una técnica idónea para aquellos que desean eliminar el xantelasma de forma rápida e indolora. El láser se emplea para destruir los tejidos afectados de forma precisa y sin dañar los tejidos circundantes. De esta manera es posible tener una curación más rápida y con menos cicatrices.
Criogenización con nitrógeno líquido: o dicho de otra forma, terapia de frío extremo. Este procedimiento implica inyectar nitrógeno en la zona afectada para congelarlo. De esta manera se logra descomponer el tejido graso y reducir la visibilidad del xantelasma.
Electrocauterización: conocido también como la cirugía con calor extremo, este tratamiento se basa en aplicar una pequeña cantidad de nitrógeno líquido mediante una inyección en el área afectada para destruir los xantelasmas. Este tratamiento puede resultar algo doloroso, pero resulta muy eficaz y los resultados son muy rápidos.
Ablación por radiofrecuencia: al igual que en el caso de la electrocauterización, la ablación por radiofrecuencia emplea un dispositivo que genera calor para destruir las células grasas acumuladas bajo la superficie de la piel. Sin embargo no es doloroso, no requiere anestesia y la sesión suele durar de 15 a 30 minutos. Además, este tratamiento estimula la producción natural de colágeno en la piel, por lo que mejora su textura y tono. Los resultados se ven generalmente pasadas unas semanas tras el tratamiento.
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Por último, existen también ciertos productos y medicamentos que se pueden usar para tratar el xantelasma, como los retinoides tópicos, y que se aplican directamente sobre la zona afectada. Estos tratamientos contienen vitamina A que facilita la disolución del tejido del xantelasma. Sin embargo, estos tratamientos suelen tardar más tiempo en reducir y hacer desaparecer los xantelasmas, y no siempre logran resultados visibles.
Además de los tratamientos comentados, son muchos los especialistas que recomiendan seguir una dieta baja en grasas así como de incorporar nuevos hábitos de vida saludables para así reducir los niveles de colesterol y prevenir que vuelvan a aparecer los xantelasmas: seguir una dieta saludable y equilibrada con alto consumo de frutas y verduras frescas y evitando el consumo de grasas saturadas (especialmente la carne roja y los productos lácteos enteros); mantener un peso corporal saludable; y hacer ejercicio regularmente.
Aún así, en ocasiones los xantelasmas pueden volver a aparecer incluso siguiendo las indicaciones médicas, pero las posibilidades siempre serán menores si se mantiene el colesterol a raya.
Artículos de referencia:
Xanthelasma: What It Is, Causes and Treatment. (s.f.). Cleveland Clinic. https://my.clevelandclinic.org/health/diseases/23385-xanthelasma
Xanthelasma Palpebrarum - StatPearls - NCBI Bookshelf. (s.f.). National Center for Biotechnology Information. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK531501/
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