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Mitos y verdades sobre el blanqueamiento anal: desmitificamos todo lo que necesitas saber
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Hace ya unos cuantos años que el concepto “blanqueamiento anal” empezó a hacerse popular en nuestro país y aún así, a día de hoy, sigue siendo un tabú hablar de ello. Normal, entonces, que existan ciertos mitos y afirmaciones falsas en torno a este procedimiento estético cada vez más popular entre la población.
Y es que la falta de información al respecto puede dar lugar a muchísimas especulaciones. Así que mejor empecemos por el principio.
¿En qué consiste el blanqueamiento anal?
El anal bleaching o blanqueamiento anal consiste en un procedimiento estético íntimo que permite aclarar y mejorar el aspecto de la piel de la zona anal. Esta práctica se inició entre los actores de la industria del cine para adultos alrededor de los años 90 aunque no fue hasta más tarde que empezó a calar entre el resto de la población. ¿Y por qué? Pues porque no fue hasta más tarde, precisamente cuando se empezó a popularizar la práctica de sexo anal más allá del ámbito homosexual, que tanto hombres como mujeres empezaron preocuparse por el aspecto de sus genitales y zonas íntimas, y a sentirse incómodos e inseguros con precisamente esa área de su anatomía: el ano.
Al igual que con los tratamientos de estética facial para eliminar manchas del rostro y aclarar y unificar el tono de la piel, podemos hablar de varias técnicas disponibles para aclarar la piel del ano, que van desde las cremas blanqueadoras (las cuales están formuladas con ingredientes como el ácido kójico, la hidroquinona y el retinol, todos ellos con poder aclarante sobre la piel), los tratamientos con láser y otros productos químicos (peelings). Los tratamientos láser suelen ser más efectivos (y también más caros) que las cremas o los peelings con productos químicos, pero en cualquier caso siempre es aconsejable acudir a la consulta de un profesional antes de realizar cualquier tipo de tratamiento no solo para garantizar los mejores resultados, sino también para evitar cualquier riesgo para la salud.
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Mitos y verdades sobre el blanqueamiento anal
Debemos partir de la base de que, todo lo que rodea a los genitales tanto del sexo femenino como del masculino, así como lo relacionado con el sexo, siempre va acompañado de cierto secretismo (a menudo por vergüenza), pudor y cierto rechazo inicial, especialmente cuando se somete a la opinión pública. Pero si a este punto de partida le sumamos que la práctica se inició en la industria pornográfica ahí tenemos sin duda el primer gran mito sobre el blanqueamiento anal: que es un tratamiento que solo se realizan actores y actrices porno o personas vinculadas al negocio del sexo. Nada más lejos de la realidad. Hoy en día son muchas las personas, tanto hombres como mujeres, que se sienten inseguros por la decoloración de ciertas partes de su cuerpo como son las axilas, el área del bikini, y también, la zona anal. Y es que precisamente la piel del ano es muy sensible y puede ir oscureciéndose con el paso de los años debido a diferentes factores, como por ejemplo las subidas y bajadas de peso, el uso de ropa demasiado ajustada, los cambios hormonales o, simplemente, el paso del tiempo.
Otro mito sobre el blanqueamiento anal es el de que el procedimiento es doloroso. Se trata de una afirmación totalmente falsa, ya que en el momento de valorar el tratamiento más adecuado, el especialista siempre recomendará y aplicará anestesia local para minimizar las posibles molestias y hacer que el paciente se sienta cómodo.
Vinculada a esta idea, existe otra afirmación errónea bastante extendida que dice que el blanqueamiento anal puede provocar daños en la salud de quien lo practique. De hecho, se trata de una práctica totalmente segura (siempre que se realice bajo supervisión médica profesional). Los productos empleados en los diferentes tratamientos son seguros y eficaces. Sin embargo, sí es necesario tener en cuenta y conocer previamente los posibles efectos secundarios derivados de los tratamientos, como pueden ser la irritación o la quemazón, especialmente si éstos se realizan en casa y sin haber realizado una valoración médica.
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Del mismo modo, realizarse un blanqueamiento anal tampoco tiene beneficios directos sobre la salud; es más, como ya hemos comentado, aplicar un producto erróneo o no realizar el procedimiento correctamente o bajo supervisión médica profesional, podría provocar quemaduras y lesiones en la piel.
Otra de las falsas creencias o mitos asociados al blanqueamiento anal es que este procedimiento cambia el color de la piel. En realidad lo que consigue este tratamiento es corregir la decoloración de la zona anal y devolver la piel a su tono original.
El oscurecimiento de la piel de la zona anal no tiene nada que ver con la higiene. De hecho, como ya hemos comentado anteriormente, la hiperpigmentación del ano se debe a múltiples factores. Y por si no queda claro con lo anterior, realizarse un blanqueamiento anal tampoco significa ser más limpio” o tener una mejor higiene íntima.
Por último, se dice que el blanqueamiento anal es un procedimiento caro. Otra afirmación que no es cierta en absoluto. En realidad el precio del tratamiento dependerá de la clínica elegida y de la técnica y / o los productos empleados para el blanqueamiento anal, pero por norma general, las tarifas suelen ser muy asequibles y accesibles para todos los bolsillos.
Artículos de referencia:
Blanqueamiento anal, mitos y realidades | Ideas Que Ayudan. (s.f.). Ideas Que Ayudan. https://ideasqueayudan.com/mitos-realidades-del-blanqueamiento-anal/
Los mitos y verdades del blanqueamiento anal. (s.f.). Boy4ME - Tu Revista Gay Online. https://www.boy4me.com/news/los-mitos-y-verdades-del-blanqueamiento-anal
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