En mi caso, el problema dental estaba en las encías. Y conseguí la boca que soñaba.
Tenía un verdadero trauma con mis encías. Pero, cuando lo vió el periodontista me dijo que no me preocupase, que había solución. Mi miedo era que al tocarlas, acabase perdiendo los dientes. El tratamiento ha sido largo, pero al final, no me lo creo cuando me miro al espejo. Y, lo más importante, mi salud dental está garantizada.