De los brazos no se habla casi y pueden acomplejarte mucho

El paso de los años no me había dejado muchas huellas. Mi cara y mi silueta se mantenían. Pero, lo de los brazos era otra cosa. Llegó un momento que pensar en el verano era una tortura, no me ponía nada que no llegase a mi codo. Vaya cambio después de la operación. Aunque se pasa un poco mal, la verdad.