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Tipos de mamas tuberosas

Tipos de mamas tuberosas

Licenciada en Periodismo y Máster en Relaciones públicas y Gabinetes de Comunicación. Me encanta escribir y comunicarme con los demás. Actualmente, redacto contenidos en Multiestetica.

Creación: 2 mar 2018 · Actualización: 7 sept 2022
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Las mamas tuberosas o mamas tubulares son una deformidad que hace que la forma de esta zona del cuerpo no se asemeje a lo que suele ser normal.

A día de hoy no se sabe cuál es el origen de este problema, pero sí está claro que la patología se muestra a través de tres signos clínicos:

  • Un desarrollo insuficiente de los cuadrantes inferiores el pecho, faltando tejido mamario debajo del borde inferior de la areola.
  • Falta del surco submamario o constricción del mismo.
  • Mama de forma tubular. El tejido mamario se concentra detrás de la areola e incluso puede llegar a herniarla.

Las mamas tuberosas son la deformidad mamaria más frecuente, pero afortunadamente este problema tiene solución.

Tipos de mamas tuberosas

No todas las pacientes que sufren este problema lo sufren en igual medida. Las mamas tuberosas se clasifican en cuatro grados diferentes.

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Fuente: Instimed

En las de Tipo 1 se aprecia una clara falta de desarrollo de tejido en la parte inferior e interna. Esto implica que el pecho se ha desarrollado por la parte superior y por el exterior, pero no por la inferior ni por la cara interna. Normalmente se manifiesta con una acusada separación entre los pechos que, además, tienen areolas muy dilatadas.

En las mamas tuberosas de Tipo 2 lo que se aprecia es una falta de desarrollo del tejido en los dos cuadrantes inferiores de la mama. Este tipo se da principalmente en pechos de tamaño mediano o pequeño, con areola dilatada o no.

Las de Tipo 3 implican una falta de desarrollo de los tejidos en todos los cuadrantes de la mama. El pecho solo aparece proyectado hacia delante. Por tanto, la mujer presenta pechos pequeños que se disponen muy separados entre sí. En estos casos, la areola puede estar dilatada o tener un tamaño y una forma normales.

El Tipo 4 es el más grave e implica una falta de desarrollo en todos los cuadrantes. Igual que en el Tipo 3, la mama solo crece hacia adelante. Aquí, además, la areola está caída y proyectada hacia afuera, por lo que sobresale desde el pecho hacia el exterior, llegando a ocupar incluso todo el pecho.

Solución para las mamas tuberosas

Un paso por quirófano es la mejor opción para solucionar este problema. Pero antes de que llegue el momento de la operación es imprescindible que se haga un buen diagnóstico. Solo sabiendo bien ante qué tipo de mama tubular se está, se puede determinar cuál es el mejor tratamiento a seguir.

Con frecuencia muchas pacientes que tienen este problema se interesan por las operaciones de aumento y remodelación de senos. En los casos de mamas tuberosas de Tipo 1 y 2, las afectadas se suelen interesar por una mastopexia, mientras que quienes padecen las de Tipo 3 y 4 preguntan más por un aumento de senos. Sin embargo, estas operaciones por sí mismas no son suficientes para acabar con el problema.

A la hora de tratar esta deformación lo importante es cambiar la forma de la glándula, aumentando su base, eliminando la caída y expandiendo la piel. Si la operación se limita a poner un implante no solo no se obtendrán los resultados deseados, sino que se puede producir un doble surco o doble contorno. Precisamente por ello, es importante que las afectadas por este problema se pongan en manos de cirujanos estéticos que tengan verdadera experiencia en el campo de las mamas tuberosas.

La técnica más tradicional de remodelación de glándula mamaria es a través de un implante que dé volumen y proyección, contribuyendo a expandir la glándula. Sin embargo, en los últimos años se vienen realizando otro tipo de intervenciones. La técnica más novedosa combina los implantes de silicona con los injertos de tejido adiposo. En primer lugar, se modifica la anchura y el aspecto de la mama mediante la implantación de tejido adiposo de la propia paciente que se obtiene a través de una liposucción de los flancos, el abdomen o las caderas. Esta grasa se coloca en los cuadrantes inferior e interno para abrir el anillo que constriñe a la mama, liberando así el surco y ampliando la base. Después, se ponen unos implantes de silicona para aportar volumen y proyección.

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En ocasiones, la poca elasticidad de los tejidos en las mamas tuberosas implica que el implante sea pequeño, pero hay otros casos en los que se puede aprovechar esta intervención para aumentar el tamaño de los senos. No obstante, el tamaño de la prótesis que se puede usar siempre estará limitado por las dimensiones del tórax de la paciente.

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Madrid, Madrid
Valencia, Valencia
Dr. Gonzalez-Fontana
Valencia, Valencia

Postoperatorio de las mamas tuberosas

El postoperatorio de una intervención quirúrgica para solucionar un problema de mamas tuberosas en realidad es igual al que se sigue en cualquier otra operación del pecho, ya se trate de una elevación, una reducción o un aumento de mamas.

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Durante los primeros días es necesario que la paciente mantenga reposo absoluto; después, podrá ir reincorporándose a su rutina habitual poco a poco. Es normal que durante los tres o cuatro primeros días después de la operación la zona esté dolorida. En algunos casos también se aprecia hinchazón y hematomas en la zona tratada, pero desaparecen pasados unos días.

La aparición de fiebre no es extraña, pero se debe controlar. Si dura más de un día o se alcanzan temperaturas altas es conveniente consultar inmediatamente con el médico. Lo que no se debe hacer nunca es tomar medicamentos que no hayan sido prescritos por el cirujano, puesto que podrían ocasionar hemorragias y otro tipo de problemas.

Siguiendo las indicaciones dadas por los profesionales y evitando esfuerzos, lo normal es que en un período de cuatro a seis semanas la paciente ya esté totalmente recuperada y pueda retomar todas las actividades habituales en su día a día, incluida la práctica deportiva.

También hay que tener en cuenta que, en estos casos, es necesario que la mama se asiente y evolucione hasta alcanzar su forma definitiva, por lo que los resultados definitivos tardarán un pco más en apreciarse que en otro tipo de operaciones de pecho.

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