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Ondas de choque acústicas para eliminar la celulitis
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La celulitis es una afección dermatológica que (normalmente) no tiene efectos sobre la salud, pero sí tiene efectos a nivel estético. Se trata de cúmulos de grasa que el cuerpo no puede absorber y que dan a la piel un aspecto flácido e irregular, de ahí que también se la llame piel de naranja.
Muchas personas asocian la celulitis con el sobrepeso, pero lo cierto es que hasta el 99 % de las mujeres pueden llegar a tener celulitis a lo largo de su vida, incluso aunque no tengan unos kilos de más.
Aparece por múltiples motivos, entre ellos hay factores genéticos, llevar una vida sedentaria, el embarazo, cambios hormonales, los problemas de circulación, etc.
Existen diferentes tipos de celulitis en función del lugar del cuerpo en que aparecen y de su aspecto, pero todas ellas son tratables y se pueden llegar a eliminar.
Evitar la celulitis
Llevar una vida sana, practicar ejercicio de forma regular, beber 2 litros de agua al día y seguir una dieta sana son factores clave en la prevención de la celulitis.
Pero al tener orígenes tan diversos como los señalados anteriormente, puede ocurrir que incluso cumpliendo con todos estos requisitos acaben apareciendo cúmulos de grasa en los glúteos, las piernas, el abdomen…
Ondas de choque contra la celulitis
Existen una gran cantidad de tratamientos que pueden ser de gran ayuda a la hora de eliminar la celulitis, pero uno de los más novedosos es el que emplea las ondas de choque.
El uso médico de los ondas de choque no es nada nuevo, se usan desde hace ya varias décadas en disciplinas como la urología e incluso la cardiología. Lo que sí es más reciente es su uso a nivel dermatológico y especialmente su utilización en la lucha contra la celulitis.
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¿Qué son las ondas de choque?
Se trata de ondas acústicas que se encargan de transportar la energía hasta los puntos dolorosos del cuerpo. Esta energía promueve la regeneración y acelera los procesos reparadores en los huesos, los tendones y los tejidos blandos en general.
Tratamiento con ondas de choque para la celulitis
La onda de choque lo que hace es emitir una vibración que traspasa todas las capas de la piel y es capaz de llegar hasta la zona en la que está la celulitis. En los tratamientos de este tipo se suelen usar hasta tres ondas diferentes para conseguir los mejores resultados posibles.
Las ondas de choque planares son las más intensas. Llegan a las capas más profundas de la piel y se encargan de que la grasa acumulada se vaya deshaciendo.
Las ondas de presión radiales son de una intensidad intermedia y su objetivo es alisar la musculatura, por eso estas ondas tienen algo menos de intensidad que las anteriores.
Las últimas son las vibraciones de alta frecuencia, capaces de conseguir reflejos de estiramiento con una frecuencia de hasta 35 veces por segundo, lo que hace que el músculo se contraiga y contribuye a mejorar el aspecto de la piel.
Lo habitual es que el tratamiento se comience con las ondas más livianas (las vibraciones de alta frecuencia) para ver cómo reacciona la piel y poco a poco se va aumentando la intensidad.
Combinando estos tres tipos de ondas lo que se consigue es una rotura parcial de los nódulos de grasa que han dado lugar a la aparición de la celulitis, se activa la circulación y se favorece el drenaje. Contribuyendo todo ello a que la piel tenga un mejor aspecto y a que el cuerpo pueda eliminar de forma natural las grasas acumuladas.
El tratamiento también estimula la creación de colágeno, consiguiendo que la piel esté más firme y elástica, mejorando tanto su textura como su aspecto.
¿Cuánto dura el tratamiento?
Cada sesión tiene una duración estimada de 20 a 30 minutos por zona a tratar y se aconseja hacer un ciclo de 10 sesiones para conseguir buenos resultados, aunque los efectos son visibles desde la primera sesión.
No obstante, el número de sesiones necesarias puede variar en función de las características del paciente.
Efectos secundarios
El tratamiento con ondas de choque acústicas no produce efectos secundarios, aunque puede aparecer algún pequeño hematoma en la zona tratada, desapareciendo pasados unos días.
Es importante que la intensidad aplicada se ajuste al umbral del dolor de cada paciente para que sea un tratamiento que no resulte doloroso. Aunque hay que tener en cuenta que siempre será un tratamiento algo molesto.
Tras someterse a una sesión de ondas de choque acústicas contra la celulitis la paciente puede volver inmediatamente a su vida normal.
Combinación de terapias
Existen un gran número de terapias para luchar contra la celulitis y lo mejor es que la mayoría de ellas se pueden combinar para conseguir mejores resultados sin ningún tipo de problema.
En el caso del tratamiento con ondas de choque acústicas, se puede combinar con la mesoterapia o la radiofrecuencia entre otras.
Y después…
Hay que tener en cuenta que la celulitis es una patología persistente y aunque se usen los mejores tratamientos del mercado puede aparecer de nuevo si no se toman medidas preventivas.
Tras pasar por un tratamiento con ondas de choque se aconseja optar por un estilo de vida más sano, reduciendo la ingesta de grasas y de sal y aumentando el consumo de productos ricos en vitaminas y proteínas, como la carne, la fruta y las verduras.
Se recomienda beber al menos 1,5 litros de agua al día para ayudar a eliminar toxinas y hacer ejercicio de forma regular. No hace falta que sea un ejercicio intenso, desarrollar el hábito de caminar cada día unos 45 minutos y hacer pequeños cambios como usar las escaleras en lugar del ascensor, pueden ser de gran ayuda para luchar contra la celulitis y mejorar el estado físico en general.
Una ayuda externa nunca viene mal cuando se trata de luchar contra la celulitis, por lo que no está de más aplicar cremas anticelulíticas en aquellas zonas del cuerpo en las que se tiene mayor tendencia a la aparición de la piel de naranja.
Así que ya sabes, las ondas de choque se han convertido en uno de los tratamientos más eficaces para combatir la celulitis. Consulta nuestra lista de especialistas en este tipo de tratamientos y déjate asesorar por estos profesionales.
