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Licenciada en Periodismo y Máster en Relaciones públicas y Gabinetes de Comunicación. Me encanta escribir y comunicarme con los demás. Actualmente, redacto contenidos en Multiestetica.
Más del 23 % de los hombres mayores de 45 años sufren disfunción eréctil, un problema infravalorado y que, en algunos hombres, está asociado al estrés, el colesterol, la diabetes o enfermedades cardiovasculares, según informa el Atlas de la Disfunción Eréctil en España, que indica, además, que para algunos médicos incluso constituye una señal de alarma de esas afecciones.
Por ello, ante el primer síntoma de disfunción eréctil lo primero que hay que hacer es acudir al especialista, que examinará al paciente para comprobar si detrás de ello se esconde una patología grave.
La incapacidad para lograr una erección o para mantenerla es un problema grave que trasciende a la propia pareja. No cabe duda de que la impotencia sexual puede causar estragos en una relación, ya que imposibilita disfrutar de una unión sexual plena y satisfactoria. Pero también puede ocasionar graves trastornos emocionales en el hombre que la sufre, puesto que merma su autoestima, crea una sensación de estrés previa a las relaciones sexuales y lo cohíbe frente a su pareja no solo en ese momento íntimo, sino en el seno de la propia relación. Además, puede influir en otros aspectos de su vida, como el ámbito laboral, el familiar o el social.
Por ello, la mayoría de los expertos aconsejan no dejar pasar el problema y consultar cuanto antes con un médico especializado.
Entre las principales causas de la disfunción eréctil debemos señalar las siguientes:
Lo normal es que si el problema de impotencia sexual está relacionado con algunas de las causas descritas anteriormente, tratando esas afecciones se podría solucionar el problema de impotencia. Es el caso, por ejemplo, de aquellas alteraciones provocadas por el uso de medicamentos o los trastornos psicológicos. Dejar de tomar los fármacos que ocasionan los problemas de erección puede ayudar a recuperar la capacidad sexual. Y lo mismo sucede en aquellos casos en los que el estrés, el tabaco, las drogas o la ansiedad están detrás. Si se tratan esos problemas emocionales con terapia y ayuda especializada se podrá acabar con el problema de impotencia sexual que afecta al paciente.
En otros casos, el problema es más complejo y exige de otro método específico. Uno de los más habituales es la toma de fármacos orales; se trata de inhibidores de la fosfodiesterasa 5 que engloban al tadalafilo, el vardenafilo y el sildenafilo, los cuales actúan incrementando el flujo sanguíneo en el pene, lo que posibilita la erección. Sus resultados pueden prolongarse hasta 24 horas, en el caso del primero, y 12, en el caso del segundo, y no están exentos de efectos secundarios, como dolor de cabeza o muscular, náuseas, mareos, sofocos, alteraciones estomacales, problemas de visión...
Por su parte, el avanafilo, otro inhibidor, mejora la vasodilatación, lo que permite que la sangre circule correctamente y pueda provocar una erección.
Otro método para tratar el problema de la disfunción son las inyecciones intracavernosas de alprostadil en el pene. Es un método igualmente muy eficaz y que, como los tratamientos orales, puede causar reacciones adversas, como hematomas, inflamación o erecciones demasiado prolongadas.
Las ondas de choque de baja energía también sirven para tratar algunos casos de disfunción eréctil. Se ha demostrado los beneficios de las ondas de choque para diversos problemas estéticos, como la celulitis. Pero este método tiene muchas más ventajas: estimula la circulación sanguínea y favorece la creación de nuevos vasos sanguíneos, lo que, sin duda, favorece la erección.
En aquellos casos en los que la impotencia sexual se deba a la ausencia de hormonas masculinas, se suele recetar tratamientos hormonales.
Por último, como último caso se puede recurrir a un implante o prótesis en el propio pene mediante una operación quirúrgica. Es el tratamiento más común cuando la disfunción es consecuencia de una prostatectomía radical realizada para extirpar la próstata tras un cáncer.
Si tienes problemas de erección, debes acudir a un experto en urología y cirugía médico-estética para que examine y evalué tu caso y te ofrezca la mejor solución.
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